
Esta escena es una de las principales en el primer capítulo y toda la novela, ya que representa todo por lo que Victoria ha trabajado en su rutinaria vida: su matrimonio de 25 años.
Cuando Enrique esperaba el inicio de la celebración, algo que no le complacía, pero aceptó resignado por su compromiso moral. Victoria entró triunfante a la fiesta saludando a todos. Mientras, Mariana hace su entrada en el jardín con su actitud desafiante como es costumbre en ella. Su abuela Memé conversa con Mariana antes de saludar a los invitados y la fría Mercedes conversa con el padre, esperando la llegada del matrimonio para iniciar la ceremonia.

Gerardo llega a la fiesta a saludar a su mejor amigo: Enrique. Mientras, la mujer de Gerardo (Helena) sabe lo que está pasando, pero prefiere mantenerse al margen.
Finalmente, Camila le contó a Victoria que encontró a Enrique besando a una mujer y ahora observa qué reacción tendrá su amiga. El piso de Victoria se ha venido abajo, no sabe cómo reaccionar. Pero el show debe continuar, y la ceremonia da inicio, pero Victoria no está dispuesta a seguir con la farsa y da fin a la fiesta.