Saturday, May 23, 2009

Parte VI

Marisela y Santos
consiguen amarse libremente

Bárbara y El Sapo tienen deseos de matarse
Pajarote se siente un criminal por haber matado a León Mondragón, pero Santos y Marisela le dicen que él no tiene que sentirse así porque hizo eso para vengarse de él por haber matado a Carmelito, además, Santos le agradece a Pajarote que le haya salvado la vida. Y poco después, Bárbara denuncia en la jefatura a sus peones, los hermanos Mondragón, por haberles descubierto que robaron el dinero de Santos. Más tarde, Antonio llega a El Progreso para avisar a Santos y a Bárbara de que El Sapo sigue vivo porque las cenizas del avión que explotó no eran de él. Mientras que, El Sapo y su esbirro siguen escondidos en “La Casa de las Muñecas”, con Federica y Josefa, para que La Doña no les vea. Al verla en El Progreso; Bárbara se pone furiosa con Marisela, ya que sospecha que ella regresó para estar cerca de Santos y, aunque Marisela la dice que fue para visitar a su amigo María Nieves; Bárbara no la cree y se pone furiosa con su hija, exigiéndola que se aleje para dejarla el camino libre con Santos y, una vez más, Marisela se decepciona de su madre. Por la noche; El Sapo va hasta “La Chusmita” para deshacerse de la vieja Eustaquia, a la que deja inconsciente de un bofetón, esperando a que Bárbara llegue para salvarla y matar a las dos. Y Bárbara, acompañada de Melquíades va hasta “La Casa de las Muñecas” para matar a El Sapo, pero llegó demasiado tarde y se encontró a Josefa, Pernalete, Mujiquita y Federica amarrados en su propia casa, quienes la confiesan a La Doña que El Sapo fue a matar a Eustaquia. Pero, Bárbara llega demasiado tarde y encuentra a Eustaquia con las venas de las muñecas cortadas por El Sapo, que acababa de irse huyendo.

Eustaquia muere en los brazos de Bárbara
Al encontrar a Eustaquia desvalida, después de que El Sapo la intentase matar cortándola las venas; Bárbara consigue reanimar a “su viejita”, que la pide que la lleve a Marisela para despedirse de ella, ya que Eustaquia cree que pronto morirá. Y Eustaquia la pide disculpas a Marisela por haberla dejado ir cuando su madre la rechazó. Y Marisela llora en el lecho de muerte de Eustaquia, pidiéndola que no se angustie porque ella no tiene nada que perdonarla. Mientras que, los primos de los Mondragón intentan robarle el dinero a La Doña para huir de ahí, pero no encuentran el dinero porque la Doña lo tiene escondido tras las paredes, pero destrozan su casa. En los brazos de Bárbara; Eustaquia se va durmiendo hasta que la mujer muere. Por otra parte, Genoveva está cada vez más cerca de Pajarote, que la dice que no quiere separarse más de su lado y ambos se besan apasionadamente. Furiosa por haber matado a “su viejita”; Bárbara se va hasta el lago de los suspiros para invocar a sus dioses con su brujería y poder deshacerse de El Sapo.

El último adiós a Eustaquia
Cuando está haciendo brujería a las orillas del río; Bárbara es sorprendida por Santos, al que avisa de que hará lo posible por recuperar su amor, aunque tenga que enfrentarse a su hija Marisela y, por esto, Santos le pide a Marisela que se vaya a San Fernando para que no la hagan daño ni Bárbara, ni El Sapo; pero Marisela no quiere seguir huyendo. Por otra parte, un inspector de la capital intenta sonsacarla a Bárbara si ella mató a los hombres que la violaron, pero ella lo niega. Y poco después, Bárbara (con lágrimas en los ojos) entierra a “su vieja” Eustaquia, a la que ha querido como si fuera su madre. Por otra parte, El Sapo (acompañado de su esbirro) le da una gran paliza a Don Encarnación y le roban su dinero. Y Don Encarnación es trasladado a una clínica de San Fernando para recuperarse de la paliza que el esbirro de El Sapo le propino, y Cecilia se encarga de cuidar a Don Encarnación. Cuando Pajarote le pide matrimonio a su amada; Genoveva se niega a casarse con él porque no quiere unir su vida a un hombre del que podría separarse si la es infiel, por eso, ella quiere primero irse a vivir juntos. Después del entierro de Eustaquia; Bárbara se lleva varias armas y, acompañada de Melquíades, ellos van en busca de El Sapo para acabar con él.

Bárbara también pierde a Melquíades
Bárbara encuentra a El Sapo en la capilla del cementerio y, allí, empiezan un tiroteo. Después de que Melquíades matase al esbirro del último violador que queda vivo de La Doña; El Sapo consigue disparar a Melquíades y, antes de morir, Melquíades la confiesa a su Doña que siempre la amó. Y Melquíades acaba muriendo en los brazos de Bárbara, desangrado por el disparo de El Sapo. En la cárcel; Tigre Mondragón le acaba confesando al investigador de la ciudad cómo mató La Doña a sus violadores: Perro de Agua, Julián Barrero, El Chepo y el Coronel Meléndez. Como Marisela quería salvar a su madre, Santos y Antonio encierran por un momento en una celda a Marisela, para que no corriese peligro su vida. Más tarde, Santos va a buscar a Bárbara para ayudarla, pero él la distrae y, por esto, El Sapo consigue sorprender a Bárbara, apuntándola con su pistola.

Bárbara se deshace de El Sapo
Cuando El Sapo consigue atrapar a Bárbara; él la que apunta con su pistola, intentando matar a Santos para hacerla sufrir. Y mientras golpea a Bárbara y a Santos; El Sapo amenaza con matarles a ellos y después violar a Marisela. Pero, favorablemente, en un descuido de El Sapo; Bárbara le clava un aguijón envenenado a El Sapo, cayendo en ese instante al suelo y, al quedar inconsciente; Bárbara pretende comenzar su venganza y matar a El Sapo y, como Santos estaba amarrado por El Sapo; Santos ve como Bárbara asesina a su peor enemigo: Bárbara ata a El Sapo y le quema vivo. Después de haber acabado con su venganza, deshaciéndose de sus violadores; Bárbara ahora no siente nada y huye de la justicia, prometiéndole a Santos que volverá para estar a su lado. A pesar de que Don Encarnación estaba enfadado con Cecilia porque pensó que ella quería que Lucía muriese para quedarse con Antonio; Don Encarnación se acaba dando cuenta de que Cecilia es una buena mujer, ahora que se ha ocupado de cuidarle en la clínica, y ambos se dan una abrazo de reconciliación.

Bárbara huye de la policía
Santos no dice nada del asesinato de Bárbara, haciéndole creer al Inspector que él no recuerda nada porque recibió un golpe en la cabeza que le dejó inconsciente, aunque Santos le acaba confesando a su amigo Antonio que él presenció como Bárbara mataba a El Sapo. Mientras que, Bárbara huye corriendo y, desconsolada, llega a su casa de “El Miedo”, donde recuerda a Eustaquia y a Melquíades, que la aconsejan que huya para que logre salvarse. Y Bárbara también recuerda cuando Lorenzo la dijo que iba a morir sola, sin nadie a su alrededor. Y más tarde, Bárbara se reencuentra con Juan Primito, del que se despide con un cariñoso abrazo, huyendo de la policía, después de que éste la ayudase a sacar el dinero que escondía tras las paredes de la hacienda. Y Pajarote y María Nieves ayudan a escapar a La Doña de la policía de un temible caimán de la Arauca, al que mataron a balazos, pues Bárbara corría peligro de ser devorada por ese cocodrilo, pues ella huyó de la policía por el río. Y Bárbara se esconde en la iglesia, donde ve a escondidas como su hija Marisela reza por ella para que logre escapar de la policía.

Santos ayuda a Bárbara a escapar de la policía
Aunque ahora sabe que su hija Marisela la quiere porque está preocupada por ella; Bárbara se pone furiosa en la iglesia, donde se esconde; al ver a Santos y a Marisela, felices, besándose. Y Bárbara no puede resistirlo y sorprende a Santos y Marisela, apuntándoles con su revólver. Y Marisela le dice a su madre que está dispuesta a morir con su amado porque jamás se va a volver a separar de Santos. Pero, Bárbara es incapaz de acabar con ellos porque les quiere a los dos y, poco después, Bárbara sigue huyendo de la policía. Como han sido testigos de las atrocidades de La Doña; el Inspector que llegó a El Progreso enfrenta a Pernalete y Mujiquita, que niegan que ellos hayan apoyado a Bárbara en sus maldades. Después de robar un coche a la policía; Bárbara va hasta su hacienda de “El Miedo” y, allí, Santos (por petición de Marisela) llega para ayudarla a escapar. Y como creen que él ayudó a escapar a Bárbara; la policía arresta a Santos. Como las cerraron su burdel, a la que llamaban “La Casa de Las Muñecas”; Josefa y Federica planean qué deben hacer con sus vidas y, al final, Mujiquita le pide matrimonio a Federica, que acepta encantada. Y Josefa se pone celosa, al ver que su exmarido le pide matrimonio a su mejor amiga.

Marisela rescata a su madre
Al ver al caballo de Bárbara suelto por el bosque y sin riendas; Marisela decide ir a buscar a su madre, donde la encuentra en un pantano hundiéndose, pues ella quería morir ahí. Y Marisela se mete en el pantano para salvar a su madre y, al final, la una a la otra se tienen que ayudar para salir con vida de allí. Poco después, Bárbara y Marisela van a bañarse para quitarse la suciedad del pantano, donde Bárbara la confiesa a su hija que siempre la quiso, pero que no pudo amarla por el odio que tenía en contra de sus violadores. Aunque Marisela la pide que se quede a su lado; Bárbara le dice a Marisela que prefiere ser una buena madre y que tiene que alejarse para no verla junto a Santos, al que aman las dos.

Bárbara muere, mientras Santos y Marisela son felices juntos
Después de recordar los buenos momentos vividos junto a su amado Santos; Bárbara se despide de Marisela y Juan Primito y se va en una barca, huyendo de la policía. Aunque ya hayan muerto; Bárbara sigue teniendo muy presente a Eustaquia y Melquíades, con los que habla continuamente. Y Marisela hereda toda la fortuna de su madre. En medio de una tormenta; una campesina acoge a Bárbara en su humilde casa, donde ella tiene alucinaciones como si sus violadores mataran a Santos y abusaran sexualmente de Marisela. Después de que Federica y Mujiquita se hicieran pareja; a Josefa no le queda más remedio que aguantarse con la compañía de Pernalete. Meses después de que Marisela le dijese a Santos que quería ser feliz a su lado; ellos acaban casándose y, en la iglesia, Marisela recibe un regalo de su madre (los aretes que tenía tanto cariño porque su novio Asdrúbal se los regaló) y, después de unos años, Marisela y Santos tienen dos hijos, mientras que ella está nuevamente embarazada. Diez años después; Bárbara es conocida en un barrio humilde como “La Doña del Río”, donde que cuida a los niños pobres, llevándoles juguetes, ropa y medicinas. Después de tener dos hijos; Pajarote consigue que Genoveva le dé el “sí quiero”. Y Gervasia consigue un novio: el periodista de El Progreso. Por su parte, Mujiquita y Federica son felices con cuatro hijos. Y Antonio y Cecilia están felices con sus dos hijos: Toñito y Lucía. Más tarde, Marisela da a luz por tercera vez y, esta vez, nace una niña; y Juan Primito va corriendo a decir que los rebuñones regresaron, pues esos pájaros siempre acompañaron a Bárbara. Mientras que, Bárbara está muy adolorida con los años que han pasado y acaba muriendo en la humilde casa de la campesina que la acogió. Y Eustaquia y Melquíades regresan del más allá para buscar a La Doña, aunque Melquíades la dice que ella no morirá jamás porque se ha convertido en la leyenda del Arauca.



- FIN -