Sunday, January 10, 2010

Carlos Arturo Buelvas


El actor colombiano Carlos Arturo Buelvas dio vida al personaje de Santiago, en la producción que RTI para Telemundo: ‘Niños ricos, pobres padres’, título de la telenovela de corte juvenil. La historia gira en torno a los excesos y el materialismo que manipula la juventud actual que quiere “mandar” en el entorno familiar y social, aprovechándose al máximo de todo lo que pueden tener a su alcance para hacer su voluntad, pasando por alto la autoridad y la confianza de sus padres.

Además de ‘Niños ricos, pobres padres’; Carlos Arturo ha participado en la serie del Canal Caracol ‘Tu voz esterero’, y en el cine participó en películas como ‘Fragmentos de un discurso amoroso’, ‘Poker’ y ‘El Ángel del Acordeón’. A pesar de su corta carrera en la actuación, Buelvas fue el protagonista de la obra de teatro ‘El Principito’, una versión que se hizo en Colombia, con grandes actores. Jorge Enrique Abello, María Adelaida Puerta, Patrick Delmas y Julián Díaz participaron en esta obra que fue el debut en el teatro del joven actor Carlos Arturo Buelvas.

-¿Qué te motivó para interpretar a un joven gay en ‘Niños ricos, pobres padres’?
Primero que nada, y a pesar de que mi trayectoria artística no es tan amplia, me considero actor, por tanto, capaz de interpretar cualquier personaje sin excepción alguna. Cada uno de ellos es un reto y como me ha costado mucho ganarme un lugar en el medio artístico, me expongo siempre a los retos sin titubear, pues el mundo no está para “escogencias” sino para riesgos y tratar de hacer lo mejor posible lo que te gusta, lo que te llena y te da satisfacciones, en mi caso: la actuación.

-¿Y qué tema trata tu personaje de Santiago en la novela de ‘Niños ricos, pobres padres’?

La controversia más grande de este personaje es cuando se enfrente a su realidad. La condición sexual a la que está destinado, pues al principio poco a poco descubre que tiene tendencias homosexuales. Sin embargo, no se aceptaba a sí mismo por la presión social, la postura de sus padres y la exposición a la vergüenza social que podría causarle aceptar que es gay.

-¿Crees que ya se ha aceptado la homosexualidad en nuestra sociedad?
Sí, es un tema más abierto en nuestra sociedad, cada vez se acepta más una condición distinta a la heterosexualidad y desde hace mucho, el movimiento gay se ha encargado de que la sociedad vaya aceptando esta condición sexual, lo cual me parece correcto, pues cada ser humano tiene derecho a vivir su sexualidad como mejor le parezca. Santiago es un hombre que entró en conflicto, pues su corta edad no le permite vislumbrar los alcances de su condición sexual y de que tiene que aceptarla para ser feliz.

-¿Piensas que la falta de tiempo de los padres por compromisos laborales, repercute en la educación de sus hijos?
Evidente y lamentablemente, este es uno de los problemas más graves que se presentan en las familias de nuestra época. Y no es que los padres tengan la culpa, porque los tiempos exigen que ellos salgan a trabajar jornadas muy largas y esto evite que les quede tiempo y ánimo para compartir con los hijos, no sólo se refleja en su educación, sino en su desarrollo personal, y a veces las consecuencias son fatales, pues uno de joven tiende a “cubrir” esa falta de compañía con drogas o alcohol que pueden y llegan a dañar irremediablemente las vidas de los jóvenes que no tienen una orientación correcta y buscan lo que les falta en casa, afuera, en las calles, que no siempre son las mejores consejeras. Es por eso que creo que la importancia de mi personaje abrirá mucho los ojos de los padres que vean en Santiago, un ejemplo a seguir para que en la medida de lo posible, puedan prestar más atención a sus hijos y eviten que caigan en las garras de las drogas y de otros excesos que los pueden llevar por caminos equivocados.

-¿Te arrepientes de haber aceptado este papel, aunque la telenovela no haya tenido un gran éxito en Estados Unidos?
Yo me le mido a los retos sin pensar en que serán fracasos, si bien no resultan ser un éxito, al menos sé que lo intenté y que di todo para hacer las cosas lo mejor que puedo. En mi lucha por tener un nombre en este medio, no le temo a nada, al contrario, le doy el pecho a lo que venga.

-¿Qué pretendes demostrar a los televidentes con este personaje?
Un tanto de la importancia de Santiago es mostrar a la juventud que, sea cual sea su preferencia social, la deben aceptar con responsabilidad y midiendo las consecuencias de la misma, pues aunque parezca sencillo, no es fácil llegar a casa y que un hombre le diga a sus padres: “les presento a mi novio” o que una jovencita les anuncie a sus papás “me voy a vivir con mi mujer”. Estas cosas son duras de aceptar y de convivir con ellas, y no tanto por la persona que lo está viviendo, sino por su entorno social y familiar. Pero siempre es mejor ser transparente y como dicen por ahí: “saberse de un bando o de otro” a andarse con engaños para cubrir las apariencias. Este personaje más que dar mucho qué decir, va a dar mucho qué enseñar, por eso estoy tan feliz de haberlo interpretado, porque siento que es una interpretación de fondo, educativa, que no es un “relleno” para mostrar una cara y cuerpo bonito, sino para crear conciencia de lo que pueden estar viviendo muchos de los jóvenes en el mundo.

-Con este papel, ¿pretendes que te conozcan a nivel internacional como actor?
Sé que este es un gran paso para que conozcan mi talento fuera de Colombia, pero también estoy consciente de que me falta mucho camino por transitar. Digamos que ‘Niños ricos, pobres padres’ es la puerta que considero que se me está abriendo para traspasar fronteras y poder irme a grabar en otros países. Me entusiasma mucho la idea de trabajar en México, Miami, Argentina, Perú y España, entre otros países. Y sé que con trabajo y esfuerzo algún día lo lograré, pues los sueños se cumplen siempre que uno así lo desee.


Carlos Arturo Buelvas fue Santiago de la Torre en ‘Niños ricos, pobres padres’:

Santiago es un joven de 17 años, que lo tiene todo menos la atención de su familia. Sus padres lo quieren, es un hecho, pero pasa más tiempo solo o con sus amigos que compartiendo momentos familiares.

En su soledad, Santiago ha desarrollado un oscuro sentido del humor y una obsesión cada día más presente por acabar con su vida. Es muy inteligente, ácido y sarcástico. A pesar de ser un atleta consumado, algo en su apariencia física lo acerca más a la belleza femenina que a la imagen ruda de un deportista.

Desde muy pequeño, comenzó a practicar la natación y es precisamente este deporte el que ha evitado que se pierda en las drogas, él lo sabe y, por eso, ninguna fiesta vale lo que valen unas horas de entrenamiento. Es tímido y reservado en el colegio, pero sus compañeros lo aceptan. Prefiere evitar problemas por lo que rara vez se ve involucrado en los problemas de la escuela.

La llegada de su prima Alejandra y su tía Lucía renueva el ambiente familiar en casa de la familia La Torre. La ausencia de los padres de Santiago es llenada con la presencia de las recién llegadas, quienes no demoran en acoger a Santiago y darle el cariño que sus padres le han negado.

A este joven le espera una dura prueba: darse cuenta de que es homosexual. Esto lo descubre gracias a Diego, el único compañero del colegio que al igual que Santiago, practica natación. Las miradas de Diego durante los entrenamientos siembran la duda en Santiago porque de alguna forma, le gustan. En un principio se rehúsa fuertemente a aceptarlo. Tanto, que se enfrasca en un infructuoso romance con Anaís, tratando de probarse a sí mismo que sus sentimientos hacia Diego son una mala jugada de su mente. Sin embargo, se da cuenta de que nada que haga, cambiará sus sentimientos, es homosexual y tiene que lidiar con eso en una sociedad que seguramente lo va a condenar, empezando por sus compañeros de la escuela.