Angeline Moncayo se alejó del personaje que encarna en ‘Más sabe el Diablo’ y se describió como una mujer tímida, pero comprometida con la profesión que ejerce hace 15 años. Contrario a la sensualidad que exuda Marina, el personaje que encarna Angeline Moncayo, donde da vida a una prostituta que termina conquistando el corazón del temido Martín (Miguel Varoni) como parte de la trama de la telenovela ‘Más sabe el Diablo’ (Telemundo). Angeline Moncayo se describe como tímida, de pocos amigos y muy espiritual.
Quien ha trabajado en ‘Dame chocolate’, ‘La Dama de Troya’ y ‘El Cartel’, admite tener predilección por historias que se aparten de lo rosado de los melodramas y que se apeguen a la realidad, muchas veces cruda.
Con 15 años ya estaba entregada a la actuación. Nació el 4 de noviembre de 1979 en Cali (Colombia). Esta mujer que ahora tiene 30 años, con curvas perfectas, piel dorada y que trasnocha a más de uno, muchas veces ha sido víctima de las especulaciones, como la de las múltiples cirugías que supuestamente se ha practicado. Hace tres años, Angeline Moncayo decidió irse para Miami, huyendo de la presión que le estaba generando su entorno en Colombia.
-¿Cómo empezaste en el mundo de la actuación?
Desde pequeña siempre supe que quería ser actriz, así que desde que tuve uso de razón estuve metida en talleres y cursos que me pudieran ayudar en esta carrera y hacer perder el miedo a las cámaras y al público. Mis primeros trabajos cuando aun estaba estudiando fueron modelando, empecé a presentar en desde mis 14 años. A los 17 ya estaba en Bogotá (Colombia) y desde entonces he actuado en televisión y teatro. Mis primeros trabajos como actriz empezaron de extra hasta que conseguí mi primer papel en ‘Padres e hijos’, una famosa serie colombiana que ha impulsado grandes talentos de la televisión colombiana. Ahí logré mi primer reconocimiento como la primera nominación a actriz revelación en los premios TV y Novelas, desde ahí en adelante he hecho personajes muy diferentes, también presente un talk show del Canal RCN llamado ‘Francotiradores’, en donde entrevistábamos gente de la talla de Celia Cruz, estuve como antagonista junto a Paola Turbay quien actualmente trabaja en Hollywood, en la comedia ‘Noticias calientes’, tuve invitaciones especiales en ‘La baby sister’ y ‘Yo soy Betty, la fea’, participe en novelas como ‘Siete veces amada’, antagonicé la primera serie que abrió el horario de la tarde para RCN, ‘Retratos’; estuve en el reality ‘La isla de los famosos’, presente también para Telefutura: ‘Noche con las estrellas’, luego con Telemundo participé en ‘Dame chocolate’, para el Canal RCN de Fox Telecolombia: ‘La Dama de Troya’ y junto a Caracol el gran éxito ‘El Cartel’; con Fox: ‘Tiempo final’ y ahora nuevamente con Telemundo: ‘Más sabe el Diablo’. Como mencione antes siempre supe que iba a ser actriz y ahora tengo plena conciencia que es lo que quiero hacer hasta el día en que me muera. Mi lema es “ni amenazas, ni felicitaciones distraen al hombre que sabe lo que quiere”.
-¿En qué te pareces a Marina, tu personaje en ‘Más sabe el Diablo’?
En casi nada. Yo soy una persona absolutamente simple en mi vida de familia. Soy bastante tímida, aunque no lo parezca, y Marina es la maestra de las mujeres, sabe psicológicamente como tratar a un hombre para que se enloquezca con ella.
-¿Qué significa el papel de Marina en tu carrera artística?
Es el papel de mi vida. Siempre pedí un personaje lo suficientemente complejo para demostrar que podía. Desde el momento en que vi la sinopsis quedé sorprendida. Vivo agradecida de la vida a Dios porque me haya permitido hacer lo que me gusta y que me paguen por eso.
-¿Cómo preparaste al personaje de ‘Más sabe el Diablo’?
Durante varios meses tuve que entrenar arduamente para interpretar a la stripper Marina. El resultado de esos meses de preparación fue un dominio total del baile.
-¿Te ha gustado personificar a Marina?
Me encanta mi personaje por la complejidad que ha requerido tanto física como emocionalmente. Para mí ha sido muy bonito mi trabajo para tratar de contribuir un poco a que la sociedad se abra a los temas que se hablan en la telenovela, como el homosexualismo. Aunque mi personaje va mucho más allá de este tema.
-¿Cómo manejaste la transexualidad de tu personaje?
Le di una actitud, voz grave y una cantidad de cosas complejas. Tuve que hacer una investigación de todo ese mundo.
-¿Y qué relación te une a Miguel Varoni, con el que protagonizas escenas de cama en la serie?
Me une una gran química con Varoni, quien es un gran amigo y consejero.
-¿Has conseguido al amor de tu vida?
No. No tengo a quién aplicarle la psicología de conquista de Marina.
-¿En qué momento te encuentras como actriz?
Llega un momento en la vida de una actriz que uno empieza a buscar llenarse o aprender de los personajes y en ese es el momento en el que estoy, que la gente pueda lograr algún tipo de identificación con el personaje y que me digan: “me conmoviste, me hiciste llorar”. La vida de un actor está donde está el trabajo.
-¿Cómo te definirías a ti misma?
Soy bastante esotérica. Desde chiquita lo he sido por mi signo Escorpio. Siempre he leído de metafísica, siempre me ha preocupado esa parte. Me encanta hacer yoga, meditar. Para mí el espíritu es todo y el servir. Creo mucho en los karmas. Desde que empecé a evolucionar un poco esa parte, mi vida cambió completamente.
-¿Por qué decidiste irte de Colombia?
Estaba un poco hastiada, no de mi trabajo sino del medio.
-Mucha gente pensó que te habías ido para internacionalizarte y que no lo lograste, ¿es eso cierto?
No, entre nosotros hay un problema y es la falta de apoyo. Fue una lección para el ego, pues eran los colombianos quienes me miraban de manera despectiva por ser mesera y me decían: “¿y tú qué haces aquí?”.
-¿Es cierto que saliste con José Narváez (esposo de la presentadora Cristina Hurtado)?
Eso no es cierto, este chisme totalmente fuera de lugar porque además ni siquiera grabábamos juntos en 'La Dama de Troya'.
-¿Te creó algún problema?
Te puedo decir que con las pocas mujeres que he tenido ese tipo de inconvenientes y que lo ha tomado en muy buena actitud fue Cristina Hurtado. Siempre me inventan este tipo de chismes, he tenido grandes amigos a los que sus novias no les permiten tener una amistad conmigo.
-¿Es el caso de Ana Lucía Domínguez (esposa de Jorge Cárdenas)?
No, eso no lo voy a decir. Pero si quieres nombres puedo decirte que por ejemplo Carolina Cruz ha manejado a la perfección que yo en algún momento tuve algo con Lincoln y hoy en día me siento feliz de verles juntos.
-Pero dicen que eras muy cercana a Jorge Cárdenas...
Claro, nosotros teníamos una bonita amistad ¿y por qué no pueden tomarlo así? Si en algún momento quisiste tanto a alguien y el amor simplemente se transformó, pues siempre vas a querer ver a esa persona feliz. Tengo mi propia vida como para andar metiéndome en la de los demás.
-¿Te has practicado alguna cirugía?
He contado con una genética bastante agradecida, me hice el busto antes de entrar al medio.
-¿Cirugías en el rostro?
Una vez fui donde el cirujano, tenía un problema muy fuerte de ojeras, la gente que está cerca y me ve sin maquillaje se da cuenta de que no hay ninguna desproporción. Aclaremos una cosa, la cámara aumenta seis kilos, todas mis facciones se aumentan, la boca se me ve más grande, lo de las cirugías ha sido un mito.
-Eres una mujer hermosa, ¿has aprovechado tu físico para conseguir papeles como actriz?
En este mercado es como súper importante tener buen físico, pero yo siempre he procurado que primero me respeten como actriz. Es una puerta grande tener buen físico, pero siempre he tenido una pelea con mi carrera de mostrarme actriz y que me respeten como actriz, que vean el trabajo detrás del personaje y que los jóvenes que están empezando en esto estudien, se preparen y le tengan respeto a esta profesión.
-Después de dar vida a una prostituta en la ficción, ¿te han hecho alguna propuesta indecente?
Claro, en la medida en que tú tengas éxito te vuelves un trofeo para estos personajes, muchas veces tuve que cambiar mi número de celular.
-¿Alguna vez te han dicho que eras una prepago?
Sí claro, muchas personas tienen en la cabeza que todas las mujeres de la televisión son prostitutas y los hombres son homosexuales. Y en realidad es un medio en el que trabajamos muy duro. Si fuera así, se notaría en lo material, pero no tengo nada y he tenido que luchar mucho.
Angeline Moncayo fue Marina Suárez en ‘Más sabe el Diablo’:
La bailarina “estrella” de “La Cueva”, es una mujer fascinante, de belleza exótica y a quien la rodea un aura de misterio que la hacen fascinante para los clientes del bar.
Marina se siente orgullosa de su oficio, que se empeña en aclarar en cuanto puede que no es la prostitución, pues si alguien quiere algo con ella tiene que hacerla sentir bien y darle regalos que le demuestren cuánto la aprecian.
Su sueño es conseguir un hombre que la mantenga y que viva doblegado ante su belleza y fuerza sexual, que se hace realidad multiplicado por mil cuando el mismísimo Hierro pone sus ojos en ella.
Verdadera conocedora de las artes de la cama, logra que El Hierro se enloquezca por ella, aprovechándose de su dinero sin ninguna vergüenza.
Pero Marina guarda un secreto que ni León, ni El Cachorro, ni mucho menos El Hierro podrían imaginarse ni en la peor de las pesadillas y que cuando este último descubre, ocasionará su caída final en un espiral vertical, pues muy a su pesar se ha enamorado de ella: que Marina cuando nació, se llamaba Mario.
Quien ha trabajado en ‘Dame chocolate’, ‘La Dama de Troya’ y ‘El Cartel’, admite tener predilección por historias que se aparten de lo rosado de los melodramas y que se apeguen a la realidad, muchas veces cruda.
Con 15 años ya estaba entregada a la actuación. Nació el 4 de noviembre de 1979 en Cali (Colombia). Esta mujer que ahora tiene 30 años, con curvas perfectas, piel dorada y que trasnocha a más de uno, muchas veces ha sido víctima de las especulaciones, como la de las múltiples cirugías que supuestamente se ha practicado. Hace tres años, Angeline Moncayo decidió irse para Miami, huyendo de la presión que le estaba generando su entorno en Colombia.
-¿Cómo empezaste en el mundo de la actuación?
Desde pequeña siempre supe que quería ser actriz, así que desde que tuve uso de razón estuve metida en talleres y cursos que me pudieran ayudar en esta carrera y hacer perder el miedo a las cámaras y al público. Mis primeros trabajos cuando aun estaba estudiando fueron modelando, empecé a presentar en desde mis 14 años. A los 17 ya estaba en Bogotá (Colombia) y desde entonces he actuado en televisión y teatro. Mis primeros trabajos como actriz empezaron de extra hasta que conseguí mi primer papel en ‘Padres e hijos’, una famosa serie colombiana que ha impulsado grandes talentos de la televisión colombiana. Ahí logré mi primer reconocimiento como la primera nominación a actriz revelación en los premios TV y Novelas, desde ahí en adelante he hecho personajes muy diferentes, también presente un talk show del Canal RCN llamado ‘Francotiradores’, en donde entrevistábamos gente de la talla de Celia Cruz, estuve como antagonista junto a Paola Turbay quien actualmente trabaja en Hollywood, en la comedia ‘Noticias calientes’, tuve invitaciones especiales en ‘La baby sister’ y ‘Yo soy Betty, la fea’, participe en novelas como ‘Siete veces amada’, antagonicé la primera serie que abrió el horario de la tarde para RCN, ‘Retratos’; estuve en el reality ‘La isla de los famosos’, presente también para Telefutura: ‘Noche con las estrellas’, luego con Telemundo participé en ‘Dame chocolate’, para el Canal RCN de Fox Telecolombia: ‘La Dama de Troya’ y junto a Caracol el gran éxito ‘El Cartel’; con Fox: ‘Tiempo final’ y ahora nuevamente con Telemundo: ‘Más sabe el Diablo’. Como mencione antes siempre supe que iba a ser actriz y ahora tengo plena conciencia que es lo que quiero hacer hasta el día en que me muera. Mi lema es “ni amenazas, ni felicitaciones distraen al hombre que sabe lo que quiere”.
-¿En qué te pareces a Marina, tu personaje en ‘Más sabe el Diablo’?
En casi nada. Yo soy una persona absolutamente simple en mi vida de familia. Soy bastante tímida, aunque no lo parezca, y Marina es la maestra de las mujeres, sabe psicológicamente como tratar a un hombre para que se enloquezca con ella.
-¿Qué significa el papel de Marina en tu carrera artística?
Es el papel de mi vida. Siempre pedí un personaje lo suficientemente complejo para demostrar que podía. Desde el momento en que vi la sinopsis quedé sorprendida. Vivo agradecida de la vida a Dios porque me haya permitido hacer lo que me gusta y que me paguen por eso.
-¿Cómo preparaste al personaje de ‘Más sabe el Diablo’?
Durante varios meses tuve que entrenar arduamente para interpretar a la stripper Marina. El resultado de esos meses de preparación fue un dominio total del baile.
-¿Te ha gustado personificar a Marina?
Me encanta mi personaje por la complejidad que ha requerido tanto física como emocionalmente. Para mí ha sido muy bonito mi trabajo para tratar de contribuir un poco a que la sociedad se abra a los temas que se hablan en la telenovela, como el homosexualismo. Aunque mi personaje va mucho más allá de este tema.
-¿Cómo manejaste la transexualidad de tu personaje?
Le di una actitud, voz grave y una cantidad de cosas complejas. Tuve que hacer una investigación de todo ese mundo.
-¿Y qué relación te une a Miguel Varoni, con el que protagonizas escenas de cama en la serie?
Me une una gran química con Varoni, quien es un gran amigo y consejero.
-¿Has conseguido al amor de tu vida?
No. No tengo a quién aplicarle la psicología de conquista de Marina.
-¿En qué momento te encuentras como actriz?
Llega un momento en la vida de una actriz que uno empieza a buscar llenarse o aprender de los personajes y en ese es el momento en el que estoy, que la gente pueda lograr algún tipo de identificación con el personaje y que me digan: “me conmoviste, me hiciste llorar”. La vida de un actor está donde está el trabajo.
-¿Cómo te definirías a ti misma?
Soy bastante esotérica. Desde chiquita lo he sido por mi signo Escorpio. Siempre he leído de metafísica, siempre me ha preocupado esa parte. Me encanta hacer yoga, meditar. Para mí el espíritu es todo y el servir. Creo mucho en los karmas. Desde que empecé a evolucionar un poco esa parte, mi vida cambió completamente.
-¿Por qué decidiste irte de Colombia?
Estaba un poco hastiada, no de mi trabajo sino del medio.
-Mucha gente pensó que te habías ido para internacionalizarte y que no lo lograste, ¿es eso cierto?
No, entre nosotros hay un problema y es la falta de apoyo. Fue una lección para el ego, pues eran los colombianos quienes me miraban de manera despectiva por ser mesera y me decían: “¿y tú qué haces aquí?”.
-¿Es cierto que saliste con José Narváez (esposo de la presentadora Cristina Hurtado)?
Eso no es cierto, este chisme totalmente fuera de lugar porque además ni siquiera grabábamos juntos en 'La Dama de Troya'.
-¿Te creó algún problema?
Te puedo decir que con las pocas mujeres que he tenido ese tipo de inconvenientes y que lo ha tomado en muy buena actitud fue Cristina Hurtado. Siempre me inventan este tipo de chismes, he tenido grandes amigos a los que sus novias no les permiten tener una amistad conmigo.
-¿Es el caso de Ana Lucía Domínguez (esposa de Jorge Cárdenas)?
No, eso no lo voy a decir. Pero si quieres nombres puedo decirte que por ejemplo Carolina Cruz ha manejado a la perfección que yo en algún momento tuve algo con Lincoln y hoy en día me siento feliz de verles juntos.
-Pero dicen que eras muy cercana a Jorge Cárdenas...
Claro, nosotros teníamos una bonita amistad ¿y por qué no pueden tomarlo así? Si en algún momento quisiste tanto a alguien y el amor simplemente se transformó, pues siempre vas a querer ver a esa persona feliz. Tengo mi propia vida como para andar metiéndome en la de los demás.
-¿Te has practicado alguna cirugía?
He contado con una genética bastante agradecida, me hice el busto antes de entrar al medio.
-¿Cirugías en el rostro?
Una vez fui donde el cirujano, tenía un problema muy fuerte de ojeras, la gente que está cerca y me ve sin maquillaje se da cuenta de que no hay ninguna desproporción. Aclaremos una cosa, la cámara aumenta seis kilos, todas mis facciones se aumentan, la boca se me ve más grande, lo de las cirugías ha sido un mito.
-Eres una mujer hermosa, ¿has aprovechado tu físico para conseguir papeles como actriz?
En este mercado es como súper importante tener buen físico, pero yo siempre he procurado que primero me respeten como actriz. Es una puerta grande tener buen físico, pero siempre he tenido una pelea con mi carrera de mostrarme actriz y que me respeten como actriz, que vean el trabajo detrás del personaje y que los jóvenes que están empezando en esto estudien, se preparen y le tengan respeto a esta profesión.
-Después de dar vida a una prostituta en la ficción, ¿te han hecho alguna propuesta indecente?
Claro, en la medida en que tú tengas éxito te vuelves un trofeo para estos personajes, muchas veces tuve que cambiar mi número de celular.
-¿Alguna vez te han dicho que eras una prepago?
Sí claro, muchas personas tienen en la cabeza que todas las mujeres de la televisión son prostitutas y los hombres son homosexuales. Y en realidad es un medio en el que trabajamos muy duro. Si fuera así, se notaría en lo material, pero no tengo nada y he tenido que luchar mucho.
Angeline Moncayo fue Marina Suárez en ‘Más sabe el Diablo’:
La bailarina “estrella” de “La Cueva”, es una mujer fascinante, de belleza exótica y a quien la rodea un aura de misterio que la hacen fascinante para los clientes del bar.
Marina se siente orgullosa de su oficio, que se empeña en aclarar en cuanto puede que no es la prostitución, pues si alguien quiere algo con ella tiene que hacerla sentir bien y darle regalos que le demuestren cuánto la aprecian.
Su sueño es conseguir un hombre que la mantenga y que viva doblegado ante su belleza y fuerza sexual, que se hace realidad multiplicado por mil cuando el mismísimo Hierro pone sus ojos en ella.
Verdadera conocedora de las artes de la cama, logra que El Hierro se enloquezca por ella, aprovechándose de su dinero sin ninguna vergüenza.
Pero Marina guarda un secreto que ni León, ni El Cachorro, ni mucho menos El Hierro podrían imaginarse ni en la peor de las pesadillas y que cuando este último descubre, ocasionará su caída final en un espiral vertical, pues muy a su pesar se ha enamorado de ella: que Marina cuando nació, se llamaba Mario.