Lola y Marcelo se casan 

Regina le revela a Lola el motivo de su enemistad con LorenzaLorenza enfurece cuando Silvana y Priscila llevan borrachas a su casa a Rudy Wallpot, al que dejan durmiendo en el sofá del salón y no despierta de la borrachera. Por su parte, Regina le revela a Lola el motivo por el que ella y Lorenza están enemistadas y empieza a recordar cuando ellas conocieron a sus maridos y los cuatro eran inseparables, pero un día en una fiesta, una bruja les leyó las cartas y les dijo que su amistad les llevaría a la muerte y, así, ocurrió años después, por eso, desde el accidente de sus maridos dejaron de ser amigas y discuten continuamente, aunque Lorenza y Regina se quieren mucho. Cuando los Galeano regresan a su casa; Lola se encuentra a las afueras de su casa con Marcelo, que la abraza nada más verla.
Lola y Marcelo hacen el amor en la laguna

Marcelo le cuenta a su madre que pasó la noche con Lola
Alguien les roba la ropa en el lago a Marcelo y Lola, que tienen que regresar a sus casas casi desnudos. En el pueblo, Fabián Poncela pretende reabrir su bar de Los Gozosos con Esperanza, además, él sigue su relación con Ubalda (que está embarazada), pero sigue enemistado con su suegra Agapita. Cuando Marcelo llega casi desnudo a su casa; Priscila, Silvana y Lorenza se quedan sorprendidas, pero él sólo le explica a su madre Lorenza que llegó así porque pasó toda la noche en la laguna con Lola. Mientras que, Marcelo se sorprende al encontrar durmiendo a Rudy Wallpot en la habitación de Silvana y Priscila, que le explican que es un amigo suyo europeo.
Marcelo les informa a Priscila y Silvana que hizo el amor con Lola
Cuando ellas le preguntan dónde estuvo durante toda la noche, Marcelo les responde sin contemplaciones a Priscila y Silvana que hizo el amor con Lola, con la que va a casarse, por lo que Priscila se pone furiosa e histérica le reprocha que se haya acostado con una zarrapastrosa, cuando estaba comprometido con ella. Además, las criadas engreídas que han contratado Silvana y Priscila están descontentas con el trato que reciben en el rancho y Marcelo, cansado de la arrogancia de las sirvientas, les estampa una tarta en la cara, y Lorenza les deja claro que no tienen nada que reclamarle porque ella nunca las quiso en su casa, cuando éstas se van, madre e hijo se felicitan porque al fin se han librado de ellas. Por otra parte, Nacho va hasta el alto del yunque para ver a Nicolasa y su hija, pero Nicolasa no quiere verle por su infidelidad, pero él le confiesa a Lola que quiere a Nicolasa, aunque tengan discusiones.
Lorenza echa de su casa a Priscila y Silvana
Cuando Juana y Felisa no sabían dónde buscar trabajo; aparece Doña Lorenza, que les ofrece que trabajen nuevamente con ella en la finca, y éstas aceptan encantadas. Por otra parte, Marcelo se encuentra con Nacho en el alto del yunque y le pide que regrese a trabajar con su madre, pero Nacho está indeciso y no sabe qué hacer. Por su parte, Silvana trata de convencer a su hija para que abandone su lucha por Marcelo, pero Priscila se niega porque dice que le ama y que tiene que ser para ella. Después, cansadas de sus familiares, por sus chismes malintencionados y porque son unas interesadas; Lorenza decide echarlas de la hacienda, entregándolas un cheque con una gran suma de dinero y, aunque Priscila no quería coger ese dinero, Silvana lo acaba aceptando.
Priscila inventa un suicidio para retener a su lado a Marcelo

Lola y Marcelo se casan
Pensando que Lola es la criada de Marta Carrero; Priscila va a hablar con Marta para avisarla de que Lola es una indeseable porque se enredó con Marcelo y mató a Aquiles Barraza. Y Marta la sigue el juego haciéndole creer que van a humillar a Lola en la inauguración del hospital. Pero, el día de la inauguración del hospital de Horneros, Priscila y Silvana enfurecen y todos se quedan impactados al ver que Javier Canal anuncia a Lola Carrero como la benefactora del centro hospitalario, y ella misma se encarga de comunicar que el hospital llevará el nombre de su abuelo, Aquiles Barraza. Y la familia Galeano y Machado aplauden emocionados. Lola baja a saludar efusivamente a sus amigos, pero la muestra de cariño más apasionada la recibirá Marcelo, a quien da un largo beso, dejando claro a los presentes que es el hombre a quien ama y con quien va a casarse. Por su parte, Virginia Vidal se empieza a sentir mal, y Esperanza y Fabián intentan ayudarla, pero se desmaya en los brazos de Poncela, convirtiéndose así en la primera paciente del nuevo hospital. Priscila, convencida de que ya no puede hacer nada por conseguir a su prima Marcelo, decide irse con su madre Silvana, que para su sorpresa descubre que Rudy Wallpot está enamorada de ella y no de su hija. Y Silvana comienza a llorar porque tendrá que casarse con Rudy para conseguir vivir como millonaria junto a su hija, que se ríe porque ya no tendrá que soportar a Rudy como su esposo, sino como su papi. Llega el gran día de Lola y Marcelo, que se casan con sus seres más queridos, y Marta lleva en coche a su sobrina. Tras la ceremonia, Lorenza les da la bendición, y Regina les mira también muy dichosa, y ambas se van juntas en el coche y tienen un pequeño accidente, pero no las ocurre nada y, tras hablar y sincerarse recordando viejos tiempos, hacen las paces y se abrazan felices porque en el accidente no se han hecho ningún rasguño y se dan cuenta de que ya no están embrujadas como pensaban y reafirman que ya pueden ser amigas de nuevo. Luego, en casa de Marcelo, se celebra una gran fiesta, suena la música y Marcelo y Lola abren el baile. Juana se emociona y abraza a Lola, pidiéndola disculpas por haberla tratado mal anteriormente. Lorenza y Regina llegan al racho de noche, justo cuando los recién casados se disponen a emprender su viaje de luna de miel. Aunque ya habían enterrado el hacha de guerra, la costumbre les hace a Lorenza y Regina, discutir de nuevo por una tontería. Marcelo las mira con cara de incrédulo. Antes de ver cómo se abrazan, se gira hacia su flamante esposa y la besa una vez más mientras los mariachis interpretan una dulce melodía. Luego, los invitados rodean a Lola y Marcelo, formando un corazón, y cientos de pétalos de rosa forman esa misma figura en el suelo; la música sigue sonando, todos ríen felices y los novios se besan una vez más, y nada ni nadie volverá a interponerse en su amor.
- FIN -