En el año 1994, Adela Noriega se puso en la piel de Guadalupe, una joven que se ve obligada a vivir con unos familiares que hasta ahora desconocía y que la aborrecen al descubrir que es la única heredera de la fortuna de su padre. Pero, Sabías qué... El Rey Hassan II de Marruecos veía esta telenovela y quedó impactado con la actriz. Tanto así que la invitó para que fuera a visitarlo. Noriega aceptó y estuvo en el Palacio Real unas cuatro veces. Algo que asegura fue como un cuento.