Ariel López Padilla regresa a México para estar cerca de su hija y con nuevo proyecto
Ariel López Padilla se convierte en Lázaro, el villano de la telenovela ‘Quiéreme tonto’, de TV Azteca. Tras una década fuera de México, el actor regresó. La nostalgia le pega a todos, y si no, que le pregunten a Ariel López Padilla.
El actor mexicano, famoso por tomar parte en varias grandes producciones de Televisa en la década de los años noventa, donde participó ‘Corazón salvaje’, ‘Prisionera de amor’, ‘Caminos cruzados’ y ‘María, la del Barrio’, entre otras. Después, se fue hace 10 años de México para probar suerte en varios melodramas estadounidenses, como en ‘Gata salvaje’, ‘Ángel rebelde’, ‘Soñar no cuesta nada’ y ‘Pecadora’ (todas ellas de Venevisión). Y también participó en producciones de Telemundo, como en ‘Decisiones’, ‘Tierra de pasiones’ y ‘Pecados ajenos’.
Afincado en Miami, López Padilla se labró una destacada carrera que le convirtió en indispensable, pero pudo más la nostalgia que el éxito, y decidió que ya era momento de regresar a su tierra. El proyecto elegido para hacerlo es ‘Quiéreme tonto’, melodrama con tintes de comedia de TV Azteca protagonizado por Yahir y Litzy.
Reconocido por sus papeles de villano, Ariel se dedica ahora a contemplar a un México transformado, tanto como país como por la forma en que se produce televisión, en condiciones muy distintas a las que dejó hace una década. Y ahora que estará radicado en México, le llena de ilusión porque saldará una cuenta pendiente con su hija María, producto de su relación con Mariana Levy (1966-2005), y a quien ve de manera intermitente, pues su mayor deseo estando en México es poder compartir más tiempo con la pequeña, pero tiene claro que respetará mucho la independencia que su hija tiene. Además, el actor de 44 años niega que tenga alguna intención de pelear con su ex suegra, Talina Fernández, por la custodia de la hija que tuvo junto a la fallecida Mariana Levy.
López Padilla informó que hace tres años se casó con la venezolana Zulma, lo que significa su cuarto matrimonio, y que aún no tiene hijos y por el momento no los planean.
-¿Cómo te sientes con tu regreso a México?
Feliz a nivel profesional, pero también como padre y ser humano. Primero porque tengo un trabajo que me permite reencontrarme con mi familia a nivel personal y también con mi “familia adoptiva”, que es el público, que se va convirtiendo en parte de ti, de tu historia y de tu día a día.
-¿Por qué decidiste volver con ‘Quiéreme tonto’?
En TV azteca me dijeron que querían llegar a la familia mexicana con este proyecto, y lo veo como algo fundamental en estos tiempos. Recuperar a la familia como el núcleo, el centro de lo que es un país debe ser una gran misión de todos. ¿No queremos sentarnos todos en la casa a ver a la televisión? Yo me considero entre quienes sí.
-¿Qué características tiene tu personaje Lázaro?
Este personaje tiene características de una persona muy sofisticada, un hombre refinado pero con una doble vida, aparentemente es una persona muy normal, muy tranquila, pero bajo como las aguas subterráneas. Es un tipo que viene a cobrar una factura, una venganza por su padre, vamos a ver los dos lados de un tipo que maneja la doble moral. Lázaro Cruz es un hombre que ha tomado decisiones en la vida que lo han transformado, es un personaje envuelto en cierto misterio con una dualidad muy interesante. Estoy contento con la trama porque creo que hemos tejido una historia inteligente con un elenco de mucha experiencia en el que todos aportamos nuestro granito de arena para darle al público lo que se merece.
-¿Cómo consigues interpretar a un villano en una telenovela con momentos cómicos?
Dicen que las cosas más terribles se dicen en broma. El humor es la forma más despiadada de decir las verdades. Mi personaje, Lázaro, para lograr sus objetivos se tiene que transformar, es una faceta que lo hace interesante, porque no es rígido, de una sola cara, sino un hombre complejo que no es malo porque sí. Y hago esta descripción extensiva a todos los papeles de la novela, que cuentan con una gran dimensión que explorar. Lo verán en la telenovela.
-¿Te involucraste en la formación del personaje?
Creo que todavía no está acabado. El papel nace a partir del libreto y se nutre con lo que el actor puede sumar a partir de su propia personalidad. Creo que el elemento que termina perfilando a todo papel de telenovela es la reacción del público, a partir de que la gente en la calle comienza a darte la opinión de tu trabajo. Eso le proporciona los colores finales al personaje.
-¿Cómo ves a la televisión mexicana desde que comenzaste a trabajar hasta hoy?
En 20 años el público se ha diversificado y ha crecido, hay un público más plural y exigente que antes. Creo que ahora hay algo muy positivo: la televisión ya está muy globalizada. Como espectadores tenemos muchas alternativas y eso es muy positivo para la industria, nos permite encontrar nuevos retos en telenovelas, miniseries y cine.
-¿Y cómo sientes a México, como país, ahora?
Creo que México vive una transformación muy sana, transita por una etapa más democrática. Tenemos costos altos, pero podemos expresarnos y buscar alternativas nuevas. Quiero creer que estamos ante una generación que busca más coincidencias y eso me llena de fe. Creo que somos un país que nunca se ha rendido, vivimos pruebas duras, pero vamos a salir adelante.
-¿Cómo ha sido tu evolución en estos 15 años de actor?
Creo que viene de la mano la evolución como actor y como persona. Un artista tiene una gran responsabilidad por ser una persona pública y en la medida que va desarrollando un equilibrio se va creando una transparencia, han sido 15 años de constante cambio.
-¿En qué se diferencian las producciones que hiciste en Miami a las de México?
En México somos pioneros y eso nadie lo cambia. Nosotros tenemos una gran tradición actoral, de la que pocos países en el mundo pueden presumir, y es el sueño de cualquier actor trabajar aquí.
-¿Cómo ha sido tu reencuentro con tu hija María, que vive en México?
Yo le dí mi palabra a María cuando murió su mamá de que pronto estaría con ella. Los tiempos de Dios son perfectos y lo primero que hice cuando llegué, hace un mes, fue llamarla y me dijo: “papá, misión cumplida”. Estuve buscando desde hace 5 años una novela que me regresará a México y aproveché esta opción para acercarme a mi hija, disfrutarla y tratar de guiarla en muchos sentidos, donde además le pudiera platicar quien fue su mamá y quién soy yo.
-¿Te gustaría conseguir la patria potestad de tu hija?
Yo tengo una infinita gratitud hacia Talina Fernández (mi ex suegra) por la responsabilidad que asumió al cuidar de mi hija, que lo hizo con todo su amor, pero sé que es difícil sacar adelante a una niña que además estaba en una situación muy traumática. Mi confianza era absoluta de que ella iba hacer un buen trabajo, lo hizo y lo sigue haciendo.
-¿Pero, es cierto que existe una relación difícil con Talina?
Creo que ha habido informaciones desafortunadas o mal intencionadas, pero eso es parte de la adicción al escándalo que existe en México. Lo más importante es que mi hija está bien. Mi relación con Talina es positiva y funcional, estamos sacando adelante a una niña de 14 años y todo lo demás viene con la parte profesional. Cada vez que sale algo en los medios, lo hablo directamente con ella.
-¿Cómo es tu hija María?
Es una brillante alumna, es una buena niña, tiene buenos sentimientos. Como papá me siento pleno y tranquilo de que esa decisión que tomé de dejarla en manos de su abuela no me equivoque. El tiempo nos dio la razón tanto a Talina como a mí. Apenas cumplió sus 14 años, el 28 de marzo, como papá me siento muy orgulloso y también tengo que acompañarla en esta etapa porque ya empieza su vida de adolescente, las fiestas, los novios y no tanto intervenir en su vida a nivel de decisiones, quiero que simplemente ella sepa que yo estoy aquí para apoyarla.
-¿Cuál sería el consejo que Mariana Levy le daría ahora a vuestra hija?
El ejemplo de ser una mujer trabajadora. Mariana Levy fue una mujer muy, muy trabajadora, todo lo que ella conquistó fue a base de mucho esfuerzo y ese es el ejemplo que le puedo yo transmitir a mi hija, decirle que todo lo que su mamá obtuvo fue con trabajo. La vi grabar un día 52 escenas de memoria en ‘Caminos cruzados’. Ese espíritu de sacrificio es la parte que yo quiero hacerla muy consciente.
-¿Y eres un papá celoso?
Quien diga que no es celoso con su hija no es papá, todos tenemos que aceptar que finalmente es nuestras hijas quienes van a elegir, aunque siempre uno buscara que sea feliz. La decisión será de ella, lo que si haré es pasarle la mayor información posible de lo que es una pareja y la convivencia diaria y que debe tener mucha paciencia porque a esa edad lo único que quieres es correr.
-¿Qué opinas de la nueva versión de ‘Corazón salvaje’?
Es una novela épica a nivel de historia. Un proyecto que demostró que se puede llegar a hacer arte en las telenovelas y, aunque no se ha podido repetir esa fórmula, creó un parámetro de que se pueden hacer cosas así.
Ariel López Padilla se convierte en Lázaro, el villano de la telenovela ‘Quiéreme tonto’, de TV Azteca. Tras una década fuera de México, el actor regresó. La nostalgia le pega a todos, y si no, que le pregunten a Ariel López Padilla.
El actor mexicano, famoso por tomar parte en varias grandes producciones de Televisa en la década de los años noventa, donde participó ‘Corazón salvaje’, ‘Prisionera de amor’, ‘Caminos cruzados’ y ‘María, la del Barrio’, entre otras. Después, se fue hace 10 años de México para probar suerte en varios melodramas estadounidenses, como en ‘Gata salvaje’, ‘Ángel rebelde’, ‘Soñar no cuesta nada’ y ‘Pecadora’ (todas ellas de Venevisión). Y también participó en producciones de Telemundo, como en ‘Decisiones’, ‘Tierra de pasiones’ y ‘Pecados ajenos’.
Afincado en Miami, López Padilla se labró una destacada carrera que le convirtió en indispensable, pero pudo más la nostalgia que el éxito, y decidió que ya era momento de regresar a su tierra. El proyecto elegido para hacerlo es ‘Quiéreme tonto’, melodrama con tintes de comedia de TV Azteca protagonizado por Yahir y Litzy.
Reconocido por sus papeles de villano, Ariel se dedica ahora a contemplar a un México transformado, tanto como país como por la forma en que se produce televisión, en condiciones muy distintas a las que dejó hace una década. Y ahora que estará radicado en México, le llena de ilusión porque saldará una cuenta pendiente con su hija María, producto de su relación con Mariana Levy (1966-2005), y a quien ve de manera intermitente, pues su mayor deseo estando en México es poder compartir más tiempo con la pequeña, pero tiene claro que respetará mucho la independencia que su hija tiene. Además, el actor de 44 años niega que tenga alguna intención de pelear con su ex suegra, Talina Fernández, por la custodia de la hija que tuvo junto a la fallecida Mariana Levy.
López Padilla informó que hace tres años se casó con la venezolana Zulma, lo que significa su cuarto matrimonio, y que aún no tiene hijos y por el momento no los planean.
-¿Cómo te sientes con tu regreso a México?
Feliz a nivel profesional, pero también como padre y ser humano. Primero porque tengo un trabajo que me permite reencontrarme con mi familia a nivel personal y también con mi “familia adoptiva”, que es el público, que se va convirtiendo en parte de ti, de tu historia y de tu día a día.
-¿Por qué decidiste volver con ‘Quiéreme tonto’?
En TV azteca me dijeron que querían llegar a la familia mexicana con este proyecto, y lo veo como algo fundamental en estos tiempos. Recuperar a la familia como el núcleo, el centro de lo que es un país debe ser una gran misión de todos. ¿No queremos sentarnos todos en la casa a ver a la televisión? Yo me considero entre quienes sí.
-¿Qué características tiene tu personaje Lázaro?
Este personaje tiene características de una persona muy sofisticada, un hombre refinado pero con una doble vida, aparentemente es una persona muy normal, muy tranquila, pero bajo como las aguas subterráneas. Es un tipo que viene a cobrar una factura, una venganza por su padre, vamos a ver los dos lados de un tipo que maneja la doble moral. Lázaro Cruz es un hombre que ha tomado decisiones en la vida que lo han transformado, es un personaje envuelto en cierto misterio con una dualidad muy interesante. Estoy contento con la trama porque creo que hemos tejido una historia inteligente con un elenco de mucha experiencia en el que todos aportamos nuestro granito de arena para darle al público lo que se merece.
-¿Cómo consigues interpretar a un villano en una telenovela con momentos cómicos?
Dicen que las cosas más terribles se dicen en broma. El humor es la forma más despiadada de decir las verdades. Mi personaje, Lázaro, para lograr sus objetivos se tiene que transformar, es una faceta que lo hace interesante, porque no es rígido, de una sola cara, sino un hombre complejo que no es malo porque sí. Y hago esta descripción extensiva a todos los papeles de la novela, que cuentan con una gran dimensión que explorar. Lo verán en la telenovela.
-¿Te involucraste en la formación del personaje?
Creo que todavía no está acabado. El papel nace a partir del libreto y se nutre con lo que el actor puede sumar a partir de su propia personalidad. Creo que el elemento que termina perfilando a todo papel de telenovela es la reacción del público, a partir de que la gente en la calle comienza a darte la opinión de tu trabajo. Eso le proporciona los colores finales al personaje.
-¿Cómo ves a la televisión mexicana desde que comenzaste a trabajar hasta hoy?
En 20 años el público se ha diversificado y ha crecido, hay un público más plural y exigente que antes. Creo que ahora hay algo muy positivo: la televisión ya está muy globalizada. Como espectadores tenemos muchas alternativas y eso es muy positivo para la industria, nos permite encontrar nuevos retos en telenovelas, miniseries y cine.
-¿Y cómo sientes a México, como país, ahora?
Creo que México vive una transformación muy sana, transita por una etapa más democrática. Tenemos costos altos, pero podemos expresarnos y buscar alternativas nuevas. Quiero creer que estamos ante una generación que busca más coincidencias y eso me llena de fe. Creo que somos un país que nunca se ha rendido, vivimos pruebas duras, pero vamos a salir adelante.
-¿Cómo ha sido tu evolución en estos 15 años de actor?
Creo que viene de la mano la evolución como actor y como persona. Un artista tiene una gran responsabilidad por ser una persona pública y en la medida que va desarrollando un equilibrio se va creando una transparencia, han sido 15 años de constante cambio.
-¿En qué se diferencian las producciones que hiciste en Miami a las de México?
En México somos pioneros y eso nadie lo cambia. Nosotros tenemos una gran tradición actoral, de la que pocos países en el mundo pueden presumir, y es el sueño de cualquier actor trabajar aquí.
-¿Cómo ha sido tu reencuentro con tu hija María, que vive en México?
Yo le dí mi palabra a María cuando murió su mamá de que pronto estaría con ella. Los tiempos de Dios son perfectos y lo primero que hice cuando llegué, hace un mes, fue llamarla y me dijo: “papá, misión cumplida”. Estuve buscando desde hace 5 años una novela que me regresará a México y aproveché esta opción para acercarme a mi hija, disfrutarla y tratar de guiarla en muchos sentidos, donde además le pudiera platicar quien fue su mamá y quién soy yo.
-¿Te gustaría conseguir la patria potestad de tu hija?
Yo tengo una infinita gratitud hacia Talina Fernández (mi ex suegra) por la responsabilidad que asumió al cuidar de mi hija, que lo hizo con todo su amor, pero sé que es difícil sacar adelante a una niña que además estaba en una situación muy traumática. Mi confianza era absoluta de que ella iba hacer un buen trabajo, lo hizo y lo sigue haciendo.
-¿Pero, es cierto que existe una relación difícil con Talina?
Creo que ha habido informaciones desafortunadas o mal intencionadas, pero eso es parte de la adicción al escándalo que existe en México. Lo más importante es que mi hija está bien. Mi relación con Talina es positiva y funcional, estamos sacando adelante a una niña de 14 años y todo lo demás viene con la parte profesional. Cada vez que sale algo en los medios, lo hablo directamente con ella.
-¿Cómo es tu hija María?
Es una brillante alumna, es una buena niña, tiene buenos sentimientos. Como papá me siento pleno y tranquilo de que esa decisión que tomé de dejarla en manos de su abuela no me equivoque. El tiempo nos dio la razón tanto a Talina como a mí. Apenas cumplió sus 14 años, el 28 de marzo, como papá me siento muy orgulloso y también tengo que acompañarla en esta etapa porque ya empieza su vida de adolescente, las fiestas, los novios y no tanto intervenir en su vida a nivel de decisiones, quiero que simplemente ella sepa que yo estoy aquí para apoyarla.
-¿Cuál sería el consejo que Mariana Levy le daría ahora a vuestra hija?
El ejemplo de ser una mujer trabajadora. Mariana Levy fue una mujer muy, muy trabajadora, todo lo que ella conquistó fue a base de mucho esfuerzo y ese es el ejemplo que le puedo yo transmitir a mi hija, decirle que todo lo que su mamá obtuvo fue con trabajo. La vi grabar un día 52 escenas de memoria en ‘Caminos cruzados’. Ese espíritu de sacrificio es la parte que yo quiero hacerla muy consciente.
-¿Y eres un papá celoso?
Quien diga que no es celoso con su hija no es papá, todos tenemos que aceptar que finalmente es nuestras hijas quienes van a elegir, aunque siempre uno buscara que sea feliz. La decisión será de ella, lo que si haré es pasarle la mayor información posible de lo que es una pareja y la convivencia diaria y que debe tener mucha paciencia porque a esa edad lo único que quieres es correr.
-¿Qué opinas de la nueva versión de ‘Corazón salvaje’?
Es una novela épica a nivel de historia. Un proyecto que demostró que se puede llegar a hacer arte en las telenovelas y, aunque no se ha podido repetir esa fórmula, creó un parámetro de que se pueden hacer cosas así.