Lola hereda la
fortuna de su abuelo 

Priscila prepara su matrimonio con Marcelo
Como no soporta ser la criada de Aquiles Barraza; Marta decide irse, pero ella se esconde por esa casa y, cuando la descubren, Marta la pide a su sobrina que se vaya con ella, pero ésta se opone. Y como no tiene donde vivir; Marta tiene que cuidarse en la casa de Aquiles, bajo sus reglas, y tiene que cuidar cerdos. Aprovechando que Aquiles está recogiendo los desperdicios de comida para sus cerdos; Marta vuelve a entrar a la habitación del viejo para buscar su fortuna, pero Lola la detiene. Y cuando Aquiles llega a la casa de Doña Lorenza a recoger los desperdicios; Juana le cuenta que Marcelo se casará con Priscila. Por su parte, Silvana y Priscila comienzan los preparativos de la boda de Priscila con Marcelo y, aunque Silvana quiere una gran boda, los novios prefieren una boda sencilla. Mientras que, Marcelo no puede dejar de pensar en Lola; aunque por otra parte, Priscila está feliz de su próximo enlace con su primo.
Marta cree que Aquiles quiere vender a Lolita a varios hombres
Regina se enzarza en una fuerte discusión con Aquiles e intenta sonsacarle si es amante de Lola, pero él se opone a responderla, diciéndola que muy pronto todos sabrán qué le une a Lola. Y después, Regina le confiesa a su empleada Nicolasa que al enfrentarse con Aquiles, se dio cuenta de que no es un pobretón y que en realidad es un hombre importante y prepotente. Días antes de la boda de su hijo, Lorenza tiene una sincera conversación con Priscila, donde ésta le dice que ama sinceramente a Marcelo y que le hará muy feliz, aunque Lorenza sigue sin estar de acuerdo con ese matrimonio. Por su parte; Romano, Renato y Ricardo van hasta el rancho de Aquiles, en busca de Lola, pero por error se llevan a la malvada tía Marta, a la que meten en un saco. Pero, los Galeano descubren que se equivocaron y devuelven a Marta a sus quehaceres, y éstos tienen que irse sin ni siquiera poder ver a Lola. Luego, Marta exagera las cosas y le hace creer a Lola que cinco o diez hombres quisieron abusar de ella y después la querían buscar a ella, pero Lola se da cuenta de que Romano y sus hermanos fueron a visitarla. Y Marta acusa a Aquiles Barraza de estar vendiendo a Lolita a los hombres para abusar sexualmente de ella, pero Aquiles lo niega tajantemente y se opone a decirla quién es un hombre elegante que llegó a su casa buscándole, aunque Barraza le pide a su nieta que no desconfíe de él y que no haga caso de su tía Marta. Más tarde, Aquiles le cuenta a Lola que se enteró de que Marcelo piensa casarse con su prima Priscila y, por esto, Lola se lamenta en su cuarto llorando recordando cuando Marcelo se comprometió con ella.
Lorenza y Regina conocen a la tía de Lola
En el pueblo, Agapita y Teodoro chismosean la próxima boda entre Marcelo y Priscila y, al enterarse, Virginia y Esperanza Capurro les hacen creer que Marcelo también las coqueteó a ellas, aunque sólo es para darse ínfulas de ser hermosas y no resistirse a ningún hombre. Al enterarse de que la tía de Lola también está viviendo con Aquiles; Regina y Lorenza casualmente llegan cada una por su lado a la casa del viejo para conocer a Marta Carrero, pero ésta se opone a hablar con ellas, y Marta se siente avergonzada porque la vieron en muy malas fachas porque estaba cuidando a los cerdos. Después, Regina y Lorenza se quedan a solas. Y Regina le recrimina a Lorenza que deje a Marcelo casarse con la insoportable de Priscila; mientras que Lorenza acusa Regina de haber malcriado a sus hijos convirtiéndoles en unos inmaduros, pegados a sus faldas. Y Nacho tiene que separar a Lorenza y Regina para que no se peleen a golpes. Después, Regina encuentra por el pueblo a Marcelo y le aconseja que no se case con Priscila. Por la noche, Aquiles descubre a Marta durmiendo en la cama de Lola, mientras la jovencita duerme a su lado en un colchón, y la aconseja que no consienta que su tía siga aprovechándose de ella. Acto seguido, el abogado Javier Canal llega a la casa de Aquiles para pedirle los documentos que debió firmar Lola, pero todavía no están firmados porque ella exige saber lo que firma, pero él no quiere contárselo por la desagradable visita de su tía Marta.
Nicolasa da a luz a una hermosa niña
René sigue con sus experimentos y realiza un muñeco al que llama Memo y al que mueve con un mando a distancia. Cuando se entera de que estuvo hablando con Marcelo; Lorenza en los límites de su hacienda llama a gritos a Regina y estuvieron a punto de golpearse a latigazos, exigiéndola que deje en paz a su hijo. Acto seguido, Nicolasa da a luz a una hermosa niña y, cuando Nacho ve por primera vez a su hija, él se emociona. Aunque no tenía un vestido de novia; Silvana se queda toda la noche despierta y le hace un vestido muy ridículo y despampanante a su hija Priscila. Y Lorenza le dice a Priscila que se ve horrible con ese vestido y que debería de ponerse otro, poniéndola el vestido de novia que ella lució en su boda. Y Silvana se pone a llorar porque no la gustó su diseño a su hija y a su cuñada, aunque se pone muy contenta al descubrir que, además del vestido de novia, Lorenza le regaló a su hija Priscila un collar muy costoso. Al día siguiente, Marcelo se arregla en su cuarto y, al verle alicaído, Felisa (la criada) se atreve a confesarle que cree que comete un error casándose. Poco después, Juana cubre la cama nupcial con pétalos de rosa. Felisa la interrumpe para contarle lo triste que está Marcelo. Y Lorenza le asegura a su hijo que todavía está a tiempo de dar marcha atrás, pero él la dice que su decisión es irrevocable. En el rancho, Aquiles se emociona cuando Lola le dice: “abuelo” y le dice que confía en él. Pero, Lola se siente muy triste porque recuerda que hoy es el día en el que se casará Marcelo con su prima.
Aquiles Barraza muere
Después de producirse una fuerte discusión entre Aquiles y Marta, que le acusa injustamente de haber matado a su hermano José Carrero (el padre de Lola), él lo desmiente y dice que nunca quiso a ese hombre porque le apartó de su hija Dolores (la madre de Lola). Y enfurecido, Barraza la amenaza con un rifle y de pronto se oye un disparo. Cuando Lola llega alertada por el ruido, encuentra a su abuelo agonizando en el suelo, ya que en ese momento sufre un infarto. Mientras que, Priscila y Marcelo se ven antes de casarse y, de camino a la iglesia, Marcelo se encuentra con los Galeano, que le exigen que se marche de Horneros cuando se case. Después Marcelo y su madre Lorenza sigue su camino hacía la iglesia para casarse, él se encuentra con Lola y Marta, que llevaban a Aquiles en una mula hacía el hospital. Pese a los esfuerzos de Marcelo y Lola por llevarle a un hospital, ellos se dan cuenta de que Aquiles Barraza ya murió. Y los habitantes del pueblo de Horneros rodean a Lola; y Virginia y Esperanza acusan a Lola de haber matado a Aquiles con sus malas energías y, para que no sigan difamándola, su tía Marta defiende a Lola, golpeando a Virginia y Esperanza. AL ver todo lo ocurrido, Priscila se da cuenta de que Marcelo está más preocupado por Lola, que por ella, por esto, Priscila y Silvana suspenden el matrimonio. Después de todo esto, el Comisario Romero investiga la muerte de Aquiles. Y Marcelo le dice al Comisario que él está seguro de que ni Lola, ni su tía Marta tienen algo que ver con el fallecimiento de Barraza.
Lola y su tía Marta son inculpadas de la muerte de Aquiles
Lola y Marta son interrogadas por la policía para averiguar si ellas tuvieron algo que ver con la muerte de Aquiles, pero ellas lo niegan reiteradamente. Por la noche, Marta está muy asustada porque tiene pesadillas con Aquiles Barraza. Aunque le cuesta alejarse de su madre, Marcelo ya ha tomado una decisión, pero el recuerdo de Lola le está matando y debe irse para olvidarla y recuperar su vida en la universidad antes de casarse con Priscila, que pretende hacer una gran boda cuando él regrese.
Lola descubre que su abuelo la dejó una gran fortuna
Para sorpresa de Lola; Javier Canal, abogado y asesor financiero de su abuelo (Aquiles Barraza), le notifica que el difunto era millonario y que la ha nombrado su única heredera. Y Javier las dice a Lola y Marta que ya están libres de toda sospecha, ya que al hacer la autopsia de Aquiles, descubrieron que él murió de un infarto. Lola llora cuando además el hombre le dice que debe abandonar Horneros. Y a partir de ahora, Javier será el asesor personal de Lola y, al día siguiente, lleva a una mujer para se ocupe de arreglar como una señorita a Lola. Como Aquiles no confiaba en Marta Carrero; Javier Canal le advierte a Lola que tendrá que olvidarse de su tía Marta, ya que debe de manejar la fortuna de Aquiles sin ella, como fue su voluntad y, aunque Marta no quería apartarse de su sobrina Lola; Marta accede irse cuando Lola la inculpa de haberla maltratado cuando llegó siendo una niña a su casa y tratándola como su esclava. Al irse, Marta se va llorando porque reconoce que adora a su sobrina Lola y que no sabe vivir sin ella y, cuando Javier Canal la ofrece dinero, ella lo rechaza. Y por esta prueba que la impuso para saber si sigue siendo una aprovechada, Lola se da cuenta de que su tía Marta cambió y va a recogerla para que se quede a su lado. Y Marta y Lola se abrazan llorando. Una vez más, por equivocación, Priscila besa a Nacho en la oscuridad de la hacienda, ya que pensaba que Nacho era Marcelo. Y después, les encuentra Marcelo, y Priscila se asusta y abofetea a Nacho, acusándole de intentar abusar de ella, y ésta se queda muy sorprendida. Como está fracasando el bar de Fabián Poncela; Esperanza y Virginia se encargan de culpar de eso a Lola, por la mala fama que tiene de atraer las desgracias. Esperanza y Virginia aconsejan a Fabián cerrar el bar Los Gozosos, pero él se opone enfurecido. Y su vecina Agapita le reclama a Fabián que tenga un gran escándalo en el bar. Y al entrar al bar, Don Teodoro (el esposo de Agapita) comienza a bailar con las mujeres del bar y, por esto, Agapita se pone furiosa con él, además, Poncela se burla de ella porque ni su esposo la respeta.
Lola se va a la capital para comenzar su nueva vida como millonaria
El Comisario Romero les informa a Lorenza y Marcelo que Lola y Marta podrían haber matado al viejo Aquiles, pero ellos saben que Lola sería incapaz de eso. Mientras tanto, Lola entierra a su abuelo Aquiles Barraza en el cementerio de Horneros. En el alto del yunque, Regina y Lorenza con sus hijos van a ver a Lola, pero delante de la casa están dos policía que les impiden el paso a la casa, advirtiéndoles que Lola ya no está allí. Marcelo se cuela en la casa de Aquiles y descubre que realmente Lola ya se marchó, además, él encuentra una fotografía de Lola y se la lleva. Y el lujo que la rodea a partir de ahora no calmará en nada la profunda tristeza que siente Lola al tener que abandonar el pueblo de Horneros y, sobre todo, tener que alejarse de su amado Marcelo. Lola y su tía Marta se hospedan en un gran hotel de la capital, junto a su abogado y su asesora. Su tía Marta percibe el dolor de Lola y trata de consolarla, recordándola que muchas personas del pueblo la odiaban señalándola como un ave de mal agüero, pero a Lola eso no le preocupa, ya que sólo piensa en Marcelo y cree que ya debió de casarse con Priscila, creyendo que ya le ha perdido definitivamente. Por la noche, Marcelo y su madre Lorenza regresan al alto del yunque y, como ella siente miedo, ellos deciden no entrar en la casa del difunto Aquiles. Y Silvana y Priscila se enfadan con Marcelo y Lorenza porque les prometieron que iban a ir a cenar todos juntos a un restaurante de Santelo, para despedir a Marcelo, que pretende volver a la capital para seguir estudiando. Y Priscila enfurece porque se da cuenta de que Marcelo sigue preocupado por Lola Carrero. Después, Priscila se arrepiente y le pide disculpas a Marcelo por regañarle, ya que no quiere romper su compromiso con él, ya que ella cree que, cuando regrese de estudiar, ellos se casarán. Al día siguiente, Marcelo regresa solo a la capital para seguir con sus estudios, pero antes la pide a su madre Lorenza que intente averiguar sobre Lola.
Marcelo regresa a la capital para continuar sus estudios
Creyendo que allí se esconde una gran fortuna, los habitantes del pueblo de Horneros saquean la casa del difunto Aquiles Barraza. Y en ese momento, llega Lorenza y Nacho, que se quedan muy sorprendidos al ver a todas esas personas robando los muebles de Aquiles, además, se pelearon por un baúl en el que pensaban que ahí estaba el tesoro, cuando en realidad ese baúl estaba lleno de latas. En el cementerio, Pablo le cuenta a su hija Mónica que Aquiles era el abuelo de Lola porque le enterraron al lado de su hija Dolores, quien era la madre de Lola. Cuando Marcelo llega a la capital, él sigue con sus estudios, pero no puede concentrarse en las clases porque sigue pensando en Lola.
Nacho y Nicolasa se van a vivir juntos
Nacho y Nicolasa se van a vivir juntos a una casita que les proporcionó Doña Regina. Allí, Nicolasa y Nacho tienen una nueva discusión, ya que él la advierte que tendrá que trabajar bastante tiempo en la hacienda de Lorenza, y la dice que ayudará a su patrona a buscar a Lola y, en ese momento, Nicolasa enfurece porque sigue odiando a Lola. En el bar de Poncela, él recibe la visita de Doña Agapita y Don Teodoro, al que exigen que cierre el negocio porque hay mucho escándalo y apenas tiene clientela. Y buscando una solución, Fabián Poncela les propone a Agapita y Teodoro que expongan la ropa que les compraron a Silvana y Priscila en su bar, formando una fiesta con desfile de modelos. Y Doña Agapita y Don Teodoro creen que asociándose con Fabián Poncela podrán relanzar ambos negocios. Mientras que, Silvana y Priscila vana hasta el pueblo con el coche de Doña Lorenza y, por exceso de velocidad, Silvana se estrella contra unos puestos del pueblo y un ciclista y, en ese instante, Silvana y Priscila se ponen muy nerviosas y comienzan a gritar como locas desesperadas y, al final, Silvana se accidente y se golpea la pierna y la cabeza, pero rápidamente Silvana y Priscila regresan a la casa de Lorenza, que está furiosa porque se quedó sin coche y ahora tendrá que pagar lo que ellas dañaron. Después de pasar una semana viviendo con Nicolasa y su hija, Nacho regresa a trabajar a la hacienda con Doña Lorenza y, por esto, Nicolasa se pone muy malhumorada y le reprocha que la deje tantas horas sola a ella y también a su hija. En la capital, Lola se convierte en una gran empresaria. En el pueblo de Horneros, Silvana y Priscila se enfurecen al enterarse de que Doña Agapita y Don Teodoro consiguieron tener un gran éxito poniendo en venta los vestidos que ellas mismas les vendieron, haciendo en el bar de Poncela un desfile de moda.
Del 7 al 18 de junio de 2010
por el TVE 1