Si bien no es la situación más común, tampoco lo es extraña por completo. Sí, hablamos del enamoramiento entre primos que se da más de lo que suponemos, como sucedió en la telenovela de ‘Perro Amor’, entre Antonio y Camila (Carlos Ponce y Maritza Rodríguez, respectivamente).
Muchas veces sucede que primos hermanos se enamoran verdaderamente, pero este amor no se da a conocer por miedo a los prejuicios de los que no son familiares, y más aún por los prejuicios y disgustos de los familiares en sí mismos.
Con el paso del tiempo ha dejado de ser tan señalado y mal juzgado un amor entre primos, y se han echado por tierra todas las creencias de que, a partir de esa unión amorosa, se gestara una bestia, un hijo deforme o con cualquier discapacidad, pero se ha demostrado que eso no es cierto.
Lo ideal en estos casos es tener prudencia: esta prudencia consiste en confirmar entre la pareja que ese amor es verdadero y duradero, porque a veces la adrenalina confunde los sentimientos, y las hormonas ni qué hablar, como sucedió en el caso de esta telenovela, ya que entre Antonio y Camila sólo existía una relación de sexo.
Confirmar fehacientemente este amor, es el paso principal. Luego, prosigue el paso de tratar de informar a la familia de este amor y tratar de que no se produzcan situaciones violentas. En la etapa del principio conviene mantener el amor en forma oculta, pero no demasiado tiempo porque esto puede llegar a resultar negativo, ya que siempre es peor que se entere la familia por terceros que por los mismos integrantes, como cuando en la telenovela Clemencia (Elluz Peraza) descubrió en el primer capítulo a su hijo Antonio acostándose con su prima Camila. Al principio produce shock, pero hay que darle tiempo, ya que hay que saber ponerse en lugar del otro: los padres jamás imaginaron a sus hijos con sus primos en pareja.
La situación donde primos hermanos se enamoran es mas común de lo que las gente se imagina. Existen cada vez más historias donde dos primos se enamoran. Algunos son aceptados, pero muchos no lo son y enfrentan juicios y oposición a su relación. Suelen presentarse muchos miedos a hacer pública la relación, sobre todo por parte de la mujer, ya que por lo general han sido criadas bajo los conceptos de una sociedad en su mayoría machista.
Carlos Ponce y Maritza Rodríguez dieron vida a dos primos depravados que entre los juegos de seducciones, ellos apuestan el amor, donde la sensualidad y la sexualidad se funden en un cuerpo. La inocencia y la irreverencia se enfrentan por ganar. El orgullo y la venganza se vuelven aliados. Los vicios y la censura se convierten en alimento. Una apuesta donde la virginidad de Sofía (que interpretó Ana Lucía Domínguez) quiere ganarle al corazón de Antonio (Carlos Ponce), donde el lenguaje sensual de Camila (Maritza Rodríguez) quiere manipular las conquistas del Perro.
Muchas veces sucede que primos hermanos se enamoran verdaderamente, pero este amor no se da a conocer por miedo a los prejuicios de los que no son familiares, y más aún por los prejuicios y disgustos de los familiares en sí mismos.
Con el paso del tiempo ha dejado de ser tan señalado y mal juzgado un amor entre primos, y se han echado por tierra todas las creencias de que, a partir de esa unión amorosa, se gestara una bestia, un hijo deforme o con cualquier discapacidad, pero se ha demostrado que eso no es cierto.
Lo ideal en estos casos es tener prudencia: esta prudencia consiste en confirmar entre la pareja que ese amor es verdadero y duradero, porque a veces la adrenalina confunde los sentimientos, y las hormonas ni qué hablar, como sucedió en el caso de esta telenovela, ya que entre Antonio y Camila sólo existía una relación de sexo.
Confirmar fehacientemente este amor, es el paso principal. Luego, prosigue el paso de tratar de informar a la familia de este amor y tratar de que no se produzcan situaciones violentas. En la etapa del principio conviene mantener el amor en forma oculta, pero no demasiado tiempo porque esto puede llegar a resultar negativo, ya que siempre es peor que se entere la familia por terceros que por los mismos integrantes, como cuando en la telenovela Clemencia (Elluz Peraza) descubrió en el primer capítulo a su hijo Antonio acostándose con su prima Camila. Al principio produce shock, pero hay que darle tiempo, ya que hay que saber ponerse en lugar del otro: los padres jamás imaginaron a sus hijos con sus primos en pareja.
La situación donde primos hermanos se enamoran es mas común de lo que las gente se imagina. Existen cada vez más historias donde dos primos se enamoran. Algunos son aceptados, pero muchos no lo son y enfrentan juicios y oposición a su relación. Suelen presentarse muchos miedos a hacer pública la relación, sobre todo por parte de la mujer, ya que por lo general han sido criadas bajo los conceptos de una sociedad en su mayoría machista.
Carlos Ponce y Maritza Rodríguez dieron vida a dos primos depravados que entre los juegos de seducciones, ellos apuestan el amor, donde la sensualidad y la sexualidad se funden en un cuerpo. La inocencia y la irreverencia se enfrentan por ganar. El orgullo y la venganza se vuelven aliados. Los vicios y la censura se convierten en alimento. Una apuesta donde la virginidad de Sofía (que interpretó Ana Lucía Domínguez) quiere ganarle al corazón de Antonio (Carlos Ponce), donde el lenguaje sensual de Camila (Maritza Rodríguez) quiere manipular las conquistas del Perro.