Sunday, October 17, 2010

Fabián Ríos



Fabián Ríos hizo un hueco en su agenda y nos concedió una entrevista, después de una larga jornada de grabación de ‘El Fantasma de Elena’, telenovela de Telemundo que graba en Miami. El actor colombiano nos habló en especial de su paso por la telenovela ‘Doña Bella’, que grabó en Colombia.

Desde niño en su pueblo natal Curutí (Santander, Colombia); Fabián soñó con ser actor y, aunque comenta que no fue fácil su camino en su profesión, él consiguió un reconocimiento internacional. Se inició en el modelaje, luego cursó varios talleres de actuación. La realización del dramatizado ‘Aprendiendo a Vivir’ le dio la oportunidad de demostrar que su sueño no estaba tan lejos como él mismo creía. Tiempo después se trasladó a Bogotá para ingresar a las escuelas más prestigiosas de actuación, logrando penetrar al afamado mundo de las estrellas de la farándula colombiana.

El 17 de diciembre de 2008, Fabián Ríos y su esposa Yuly Ferreira, también actriz, se llenaron de felicidad cuando se convirtieron en padres primerizos de una niña, a la que llamaron Lucía.

Sus más recientes protagónicos en ‘Sin senos no hay paraíso’, donde fue Albeiro, de Telemundo y ‘Doña Bella’, de RCN-Telefutura, donde personificó a Antonio Segovia, le han dado reconocimiento internacional. En el 2010 firma contrato de exclusividad con Telemundo, y viaja a Miami para convertirse en el villano de ‘El Fantasma de Elena’, como Montecristo.

-Fabián, ¿cómo definirías a tu personaje de ‘Doña Bella’?
Definiría a Antonio Segovia como un hombre con buenos principios, enamorado del gran amor de su vida, que fue Bella. Y creo que se cumple lo que hace famoso a un gran dicho: “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”, eso le pasa a Antonio, un hombre demasiado noble en su infancia y adolescencia, que debido a todo lo que pasa con el amor de su vida, comienza a cambiar su carácter y personalidad, volviéndose un tipo introvertido y agresivo. Antonio Segovia es una víctima de las circunstancias por su amor por Bella.

-¿Fue difícil construir este personaje?
Sí, fue muy difícil porque venía de hacer a un personaje que era todo lo contrario, hice a Albeiro en ‘Sin senos no hay paraíso’, un personaje blanco, noble. Pero, Antonio Segovia era un personaje muy fuerte y estuve tres meses encerrado mirando de qué forma iba a tomar este camino y decidí un día arriesgar todo y lanzarme con todas las fuerzas para hacer este trabajo.

-En esta historia, muestras a un personaje con un carácter fuerte y serio, ¿te sientes identificado con Antonio?
Bueno, yo también soy un tipo muy serio, muy centrado, muy disciplinado, muy obstinado. Y creo que sé para donde voy. Soy muy serio a la hora de tomar un proyecto. Pero, en la parte agresiva no me parezco, al contrario. Creo que la personalidad de Antonio me estaba afectando mi vida real, pero cuando terminé de grabar la novela, tuve como casi dos meses libre, para limpiarme del personaje.

-En la telenovela tienes que dar vida a un personaje que maltrata a su esposa, ¿te costó realizar estas escenas?
Sí, era demasiado complicado. Cuando llegaba al set de grabación pensaba que no iba a poder, no porque me sintiera incapaz, sino porque agredir a una mujer es demasiado fuerte. Pero, simplemente, cuando me decían: “acción”, ese tipo se metía en mi y ya nadie me detenía.

-Ya hemos podido ver que Antonio no tuvo un final feliz en la historia, ¿te hubiese gustado que tu personaje tuviese otro destino?
No, pienso que ese final es el perfecto para Antonio. Es consecuencia de tantos errores en su vida y tantas agresiones. Yo pienso que un personaje así es un ejemplo también para las personas que de cierta forma están viviendo algo similar en la vida real. No se le puede dar un final feliz a un hombre que agrede a su mujer, que pasa por encima de su familia y de él mismo porque sólo quiere hacer su voluntad. Pienso que fue un final maravilloso y la recompensa no hubiera sido dejarle vivir, sino que le perdonaran cuando estaba agonizando. Fue un final bonito.

-¿Qué elemento diferencia a esta novela de otras?
La historia de la forma como está escrita. Es el final, los diálogos, la intensidad de los personajes como Bella y Antonio. Es el colorido de la novela, la fotografía. Es una novela distinta; aparentemente es igual, pero cuando la gente empieza a mitad de la novela a verla de verdad y sentirla, se dan cuenta de que es una historia normal, en la que todos piensan que tendrán un final feliz, pero luego todos quedan sorprendidos.

-En esta novela estás acompañado de tu familia en todo momento, ¿en tu vida también sucede esto, eres muy familiar?
Sí, soy muy familiar. Siempre he estado rodeado de mi familia: de mi madre, de mi abuela, de mis hermanos, de mis tíos, de mis primos. Tengo una familia muy numerosa, entonces cuando tenía las escenas con la familia, era chévere, era maravilloso porque era simplemente recordar un poco y dejarme llevar.

-En ‘Doña Bella’ te conviertes en padre de cinco hijos, y en la vida real ya has podido experimentar la sensación de ser padre, ¿cómo es este nuevo rol?
Es maravilloso. Me llevo muy bien con ella y, aunque es muy pequeña, estamos formando una muy buena relación para que el día de mañana, más que un papá, sea un amigo para ella.

-¿Y te gustaría agrandar la familia?
Sí, me gustaría que Lucía tuviese un amigo o una amiga. Pero, creo que tenemos que esperar a que Dios nos diga cuál es el momento perfecto. Ya veremos...

-De ser el protagonista en ‘Doña Bella’, pasaste a ser el villano de la historia, ahora en ‘El Fantasma de Elena’, ¿qué personajes prefieres, los de bueno o los de malo?
Primero, venía de hacer un personaje bueno en ‘Sin senos no hay paraíso’; después vine a hacer ‘Doña Bella’, quizás en términos generales es un protagonista anormal porque normalmente el protagonista es el bueno con una personalidad vulnerable, en cambio, Antonio es un tipo fuerte que hizo su voluntad y terminó muerto. Y yo quería algo diferente después de ese personaje; obviamente me ofrecieron otro protagonista más, pero era casi lo mismo, era como una repetición, y yo dije que no y quise esperar para que llegara un reto diferente y mayor que el anterior. Y llegó Montecristo Palacios, que es el antagonista y, cuando lo leí, me di cuenta de que era un reto más y decidí montarme en ese bus y ahí voy haciendo de villano, que me lo he disfrutado de una manera maravillosa porque ahí es donde uno puede saber si se repite o no. Entonces quise arriesgarme con un villano para que la gente lo viera y ellos mismos se dieran cuenta de que si podía tener esa diversidad para hacer otro personaje diferente a los que ya venía haciendo.

-Ahora que tienes un mayor reconocimiento profesional, ¿has rechazado algunas ofertas de trabajo?
Sí, pero siempre he pensado lo siguiente: cuando aceptas un camino, ya no los tomas como rechazo las ofertas que vienen. Fue como el día que acepté venirme a Miami y quedarme aquí a vivir, y dedicarme a esta empresa. Las ofertas que venían no eran para mi. Cuando me las ofrecían, yo tenía mi presente y eso era para otra persona. Después de que acabe la exclusividad, ya veremos si Telemundo quiere seguir conmigo y, si no, miraré que otros horizontes puedo seguir.

-Se comentó que tenías proyectos en México, ¿por qué finalmente no se concretaron?
Siempre he tenido la oportunidad de ir allá. Intenté hacerlo una vez, pero tuve que volver a Colombia a hacer el alargue de ‘Sin senos no hay paraíso’, y me tocó decir no a esa novela de México. Después de que terminé ese alargue, ellos me estaban esperando el año pasado, pero llegó el nacimiento de Lucía y el proyecto de ‘Doña Bella’. Más que nada, ‘Doña Bella’ llegó a mi vida por Lucía porque la niña estaba a punto de nacer y preferí quedarme en Colombia y presenté el casting de ‘Doña Bella’, que gracias a Dios me lo gané y, así, poder estar más cerca de Lucía. Y ahora están esperando a que acabe mi tiempo aquí, en Estados Unidos, para que yo trabaje allí, en México.

-¿A qué personaje te gustaría dar vida?
No me vas a creer esto que te voy a decir. Pero, yo soñaba con hacer el personaje de Antonio Segovia porque es un personaje que cualquier actor estaría feliz de hacerlo porque tiene muchos retos. Es un personaje con el que soñaba que me llegara a mis manos y me llegó. Y donde la novela se está presentado, la gente le ha aceptado y se ha enfocado por donde yo quise. Ese personaje fue soñado. Pero, Albeiro (de ‘Sin senos no hay paraíso’) también fue soñado y, ahora, este villano (Montecristo Palacios) era el que yo soñaba (risas). Ahora tengo miedo porque el que venga también lo será.

-Has tenido mucha suerte en estos tres últimos personajes, ¿no?
Mucha suerte he tenido en estos cuatro años y he tenido el favor de Dios. Y el próximo personaje que venga me sorprenderá y lo tomaré con la misma seriedad que he tenido con los anteriores.


Entrevista realizada por Raquel Guedes.