Sunday, October 17, 2010

Zharick León



Zharick León habló del reto que le significó protagonizar la telenovela ‘Doña Bella’. La actriz colombiana cuenta, además, que incursionará como empresaria de productos alimenticios. El regreso de la actriz a la televisión, tras el nacimiento de su primer hijo, no podía ser mejor que como la protagonista de la nueva versión de la telenovela brasileña ‘Doña Bella’.

En esta novela, Zharick dio vida a Bella, una mujer hermosa y sensual. Los hombres la desean y las mujeres la envidian. Apasionada, orgullosa, altiva y fuerte. Su gran amor es Antonio Segovia (Fabián Ríos) del que se alejará tras ser secuestrada por Román Monterov(Marcelo Buquet). Y cuando Antonio se casa con Evangelina Rosales (Stephanie Cayo), se convierte en Doña Bella, una fina prostituta cuyo único objetivo es vengarse de Antonio y su desprecio. Además, tuvo dos hijas, María Antonia, hija de Antonio y otra con Andrés Mendoza, Andrea Fernanda.

En sus inicios combinó el modelado con estudios de comunicación social y periodismo, hasta que los compromisos de lo primero le impidieron continuar con lo segundo. Debutó en la televisión con un papel discreto en la novela ‘Rosas del atardecer’. Cuando recibió en sus manos su primer papel como actriz en esa telenovela se sintió realizada, pese a que era un personaje sin mucha importancia. Luego vendrían otros melodramas que impulsaron fuertemente su carrera. Así llegó su participación en ‘Pasión de Gavilanes’, que la lanzó a la fama internacional. Su personaje de Rosario Montes magnetizó más que a las protagonistas al mantener cautiva a la audiencia masculina cada noche con sus interpretaciones de música y atrevidas minifaldas.

Después de ‘Pasión de Gavilanes’, la actriz protagonizó ‘Dora, La Celadora’, ‘El Baile de la Vida’, ‘Sobregiro de amor’ y recientemente ‘Doña Bella’, sin olvidarnos de su papel antagónico en ‘La viuda de Blanco’ y ahora se encuentra inmersa en las grabaciones de ‘La Pola’.

A sus 35 años, la actriz disfruta de un buen momento profesional y personal, ya que actualmente está felizmente casada con Nicolás Reyes y tiene un hijo de dos años al que adora, llamado Luciano, fruto de la relación que mantuvo con el también actor Martín Karpan. Además, Zharick León hizo una pausa en las grabaciones en ‘La Pola’ para viajar a República Dominicana en donde recibió el jueves 14 de octubre el galardón como la actriz del año 2010 en Latinoamérica, en los premios Latin Pride International Awards por su papel protagónico en ‘Doña Bella’.

-Zharick, ¿cómo definirías a tu personaje de Bella?
Es una mujer tierna, apasionada, es la envidia de las mujeres, despierta el deseo de los hombres y a medida que va pasando la historia le van sucediendo un montón de cosas, básicamente al inicio de la historia ella construye su personalidad. Todos a su alrededor la odian, ella se vuelve una mujer fría, calculadora y con una sed de venganza que la lleva a hacer todo lo que ella hace, pero al final termina arrepintiéndose.

-Cuéntanos cómo te preparaste para darle vida a este personaje...
Miré algunas películas de prostitutas, me centré mucho en como es la reacción de una mujer a la que de un momento a otro le cambia la vida, me dediqué a esa transición, interioricé mucho, pensé en que haría yo en el lugar de Bella, como me comportaría y esas cosas.

-¿Cómo recuerdas el momento en el que te tenías que meter en la piel de Bella?
Fue un personaje complicado, muy intenso. Terminaba un día de rodaje, me subía al carro y me ponía a llorar de cansancio. Llegaba a casa y me ponía a estudiar 18 escenas para el día siguiente. Me iba a trabajar y mi hijo estaba durmiendo, al llegar era igual. Fue terrible, casi termino en el psicólogo. Por suerte, lo superé. Estoy satisfecha con los resultados de la telenovela.

-¿Cuándo te hicieron la propuesta de darle vida a Doña Bella?
Cuando me hicieron la propuesta de interpretar a Doña Bella yo no tenía pensado trabajar, pero la verdad me enamoré del personaje y acepté. Yo creo que este es el personaje que cualquier actriz sueña con interpretar porque no es la protagonista usual, es una mujer que por las adversidades de la vida se convierte en un monstruo, por llamarlo de alguna manera, pero una vez supe como era Bella, no pude decir que no y acá estoy. Bella es de esos personajes con los que soñamos porque están cargados de emoción, de muchos matices.

-¿Y qué hacías para mostrar la sensualidad que tiene tu personaje?
No tuve que actuar mucho cuando se trataba de mostrar la sensualidad de Bella. Soy de Cartagena (Colombia), una ciudad en la que las mujeres se caracterizan por su sensualidad natural.

-¿Y te gusta que te consideren un nuevo símbolo sexual?
No me molesta que me consideren un símbolo sexual, más bien resulta agradable. Pero la gente también debe tener en cuenta que soy una mujer sensible y con talento. Eso vale mucho más.

-¿Cómo recuerdas las grabaciones en Marsella (Risaralda, Colombia)?
Las grabaciones en Marsella fueron bonitas, tranquilas y agradables. Nunca había tenido la oportunidad de conocer Marsella, pero me pareció un pueblo acogedor, la gente es muy querida, servicial, todo el tiempo te consienten, están pendientes de ti. La verdad me encantó, es un pueblo divino.

-¿Cuál es el factor diferenciador de esta novela?
El tema que se maneja en esta novela es muy chévere a tratar, además es un tema que jamás se ha tocado en toda la historia de las novelas colombianas, yo sé que la van a disfrutar tanto como yo.

-¿Cómo es la relación con el resto del elenco?
Este es un elenco bastante grande, la integración no ha sido tan fácil, pero no por apatía de la gente, si no porque como somos tantos y grabamos por grupos en diferentes partes, es complicado que haya un momento en que todos estemos juntos. Igual yo soy un poco solitaria, no soy tan sociable, pero me la llevo bien con todos mis compañeros.

-¿Y cómo llevabas tu rivalidad en la ficción con Stephanie Cayo?
Stephanie es una niña muy querida, dulce y talentosa. Su personaje quiere arrebatarme a Antonio, así que siempre estamos enfrentadas. Mis escenas más fuertes son con ella.

-¿Cómo distribuyes tu tiempo para alcanzar a compartir con tu familia?
La verdad, la verdad no me queda mucho tiempo libre, pero cada vez que puedo estoy con una nueva personita que llegó a mi vida que es mi hijo. Yo era una mujer que vivía todo el tiempo tensa, estresada, y no hay cosa que me moleste más en la vida que no tener tiempo para mis cosas, ahora con un hijo imagínate. Pero ahora trato de sacarle tiempo a todo. Hace poco conocí a alguien muy especial que me dijo que nosotros estamos hechos de tiempo y desde entonces saco tiempo de alguna manera.

-¿De qué manera te organizas con el padre de tu hijo, el actor Martín Karpan, para criar a tu hijo Luciano?
Martín y yo estamos separados, pero nos llevamos muy bien. Cuando trabaja uno, el otro descansa para estar con el bebé. Vivimos a una cuadra, él ve todos los días al bebé. Es un padre muy responsable. Además, se lleva muy bien con mi esposo, Nicolás.

-¿Qué nos puedes contar de tus nuevos proyectos?
Estoy en la serie basada en la biografía de la heroína colombiana Policarpa Salavarrieta, es una producción que se desarrolla a principios de 1800. Mi personaje es la hermana de Policarpa. Ella es una mujer santurrona e ingenua, que quiere casarse con un español, pero termina con un campesino con dinero.

-¿Tienes otros proyectos pendientes?
En mi tiempo libre estoy incursionando en una empresa de productos orgánicos para bebés.

-Por último, ¿cómo te sientes después de que te entregaran en la República Dominicana el premio a la mejor actriz del año?
Es reconfortante obtener este reconocimiento después de tanto esfuerzo. ‘Doña Bella’ fue una producción con escenas bastante fuertes con mucha carga emocional; jornadas largas no sólo de grabación sino de bastante estudio. Sacrifiqué muchas cosas importantes para mí, como por ejemplo tiempo para dedicarle a mi hijo que estaba muy chiquito todavía. Por eso valoro mucho los reconocimientos que me dan por este personaje. Con sólo la noticia de que lo gané, me emocioné bastante. Cuando subí a recibirlo, me dejé llevar, fue algo espontáneo, sin papelitos con discursos previos.