Sunday, November 14, 2010

Carolina Ramírez


Carolina Ramírez, muy amablemente, nos concedió una entrevista exclusiva desde Colombia, en la que nos contó, entre otras cosas, que despojándose de su personaje de Rosario de ‘La hija del Mariachi’, ha vuelto a encarnar un personaje que marcará su carrera: La Pola. Haciéndonos un hueco en su apretada agenda de trabajo, pudo hablarnos para la ‘Gaceta, Dulce Paraíso’ de este último personaje y de su trayectoria artística.

Desde niña siempre se interesó por el arte, especialmente por el baile, y sus padres la apoyaron apuntándola a una escuela de ballet. Gracias a esto y a sus buenas dotes en el ballet, recibió varias becas, pero convencida de que no tenía el cuerpo para ser una buena bailarina, decidió tomar un nuevo rumbo: la actuación, que se ha convertido en su gran pasión.

Gracias al ballet, realizó un casting de propaganda de danzas y, allí, conoció al director John Bolívar, que le propuso que se presentara a la telenovela ‘El Inútil’ y, aunque no fue seleccionada, se presentó a otros castings consiguiendo personajes esporádicos en capítulos unitarios, como ‘Unidad investigativa’ y ‘Así es la vida’. Y en su papel en ‘La Lectora’ consiguió mayor reconocimiento y, más tarde, participó en ‘Séptima Puerta’, a la que tuvo que renunciar al final por cansancio. Después, participó en ‘Decisiones’, de RTI-Telemundo, para más tarde protagonizar ‘La hija del Mariachi’ y ‘Las trampas del amor’.

Esta actriz colombiana de 27 años es reconocida por su papel protagónico de Rosario Guerrero en la telenovela ‘La hija del Mariachi’ y por haber actuado en la película colombiana ‘Soñar no cuesta nada’. Actualmente podemos disfrutar de su trabajo en la producción de RCN: ‘La Pola’, una novela basada en hechos reales de la época de la retoma del virreinato español.

Además, en lo personal, Carolina pasa por su mejor momento, al lado de su novio argentino Mariano Bacaleinik, de 40 años, al que conoció a finales de 2007 y con el que ya planea casarse el próximo mes de diciembre.

-Carolina, ¿cómo llegó a tu vida La Pola?
La Pola llego hace un poco más de un año. Yo había terminado ‘Las trampas del amor’ y había decidido hacer una pausa, como descansar un poco, digamos, del trote de más o menos tres años de grabaciones y, en estos momentos, recibo una llamada desesperada del libretista de ‘La Pola’ porque este proyecto estaba a punto de ser enterrado porque en esos momentos el canal no veía viable una serie como ‘La Pola’ por costos. Entonces, Juan Carlos (Pérez Flórez) ya llevaba un poco más de tres años y varias versiones de los guiones, y me llamó para pedirme el favor de que le ayudara con un grupo de personas a hacer un trailer, que hiciera cambiar de parecer a los directivos del canal. Me contó de qué se trataba el personaje, de qué era la historia. Yo, como la mayoría de los que hicimos ese trailer, creímos en el proyecto y nos daba mucha lástima que enterraran un proyecto tan bonito en un momento tan importante del país, de Latinoamérica, como lo son los 200 años de independencia. Le pedí a Juan Carlos que contara conmigo e hicimos ese trailer y efectivamente les demostramos a los directivos que este proyecto era viable.

-¿Qué significa para ti este personaje?
Este personaje cada vez significa mucho más para mi. Si Rosario (en ‘La hija del Mariachi’) me marcó, éste creo que pueda llegar a lograrlo mucho más. El honor de haber sido escogida para este personaje me confirma que estoy siguiendo un buen camino. Me siento muy orgullosa y halagada de pertenecer a este proyecto, al elenco; y de ser dirigida por Sergio Cabrera. Esto, como el personaje de Rosario, no se me olvidará nunca y sobre todo poder compartir, dar ejemplo, que es lo que siempre me ha gustado cuando he hecho televisión, y llegar a la gente con esto.

-Antes de protagonizar esta serie, ¿conocías la historia de esta mujer?
La Pola es conocida en el colegio, en las clases de historia de Colombia. De La Pola se sabe que fue una mujer que luchó por sus derechos, que fue fusilada por eso mismo también, pero sobre todo que es la representación de miles de mujeres colombianas que hicieron parte de la independencia y de la revolución patriótica. El protagonismo de los hombres siempre ha sido mayor. De La Pola conocemos lo que aprendimos en el colegio, que es relativamente poco.

-¿Te identificas con ella? ¿Quizás en su faceta revolucionaria?
Yo me identifico mucho con ella, en su manera de pensar, en cómo concibe la vida, en esa fuerza y ese coraje que tiene para defender las cosas en las que cree que son justas. Afortunadamente, yo nací en esta época. No sé si en esa época hubiera tenido (voy a decir una mala palabra) “los huevos” para asumir toda la responsabilidad que ella asumió. Ella nació en otra época, y fue una mujer adelantada en su tiempo. Hoy en día, eso que ella pensó, hace parte de la lógica natural que tiene que ver con esta época, así que me identifico totalmente con ella. Pero, creo que ella se ganó, no gratis, su pedacito en la historia por ser quien fue.

-¿Ha sido difícil construir un personaje como este, tanto en la parte interna como físicamente?
Creo que lo más fácil de La Pola fue la parte física porque lo único raro que tengo son extensiones de pelo. Físicamente, estoy muy contenta porque los vestuarios son bastantes cómodos, poco maquillaje. Volví a una época muy natural en mi vida, que digamos que uno va perdiendo con el paso de los años, porque no pude depilarme las cejas, ni hacerme la manicura, no tengo esmalte hace un año (risas). Entonces, físicamente estuvo bueno. Pero, emocionalmente y actoralmente sí ha sido complejo. Ha sido un trabajo muy duro, muy minucioso, muy cuidado. Cuento con una gran dirección, que es la de Sergio Cabrera, donde él es realmente quien me ha dado el rumbo que debe tomar este personaje. Yo me siento muy feliz porque me gustan los retos, y este es un reto grande, no es un personaje fácil, pero sí es rico de interpretar.

-¿Te fue difícil entonar el acento campesino?
Cuando me dijeron que tenía que hablar un acento medio santanderiano porque digamos que se parece un poco a un acento de una zona de Colombia, pensé que iba a ser difícil, pero cuando la nena, Ana María Estupiñán, “La Pola chiquita”, lo agarró, realmente también me basé mucho en lo que ella aportó e hizo para seguir por la misma línea y parecernos. Ya está divertido porque ahora estoy en un punto de la novela en que ella ya no habla tan campesino porque ya ha vivido varios años en Santa Fé y la pulieron un poquito. Entonces ha sido difícil un poquito despojarme de ese acento porque ya me acostumbré. En realidad ha sido divertido poder poner un acento diferente del mío originalmente.

-El elenco de ‘La Pola’ es verdaderamente espectacular, entre actores colombianos y españoles, ¿cómo está siendo esta experiencia?
Ha sido una experiencia increíble porque realmente, ahora que ya he grabado con ellos, los españoles son unos actores de una talla impresionante. Son actores de cine, que han sido premiados. También, hay que reconocer que los españoles particularmente, en esta ocasión, son gente muy profesional, extremadamente talentosos. Estoy contenta con el resultado trabajo, además son grandes personas, son excelentes compañeros de trabajo. Ya he tenido la experiencia de compartir set de grabación con extranjeros, ésta es mi tercera vez con protagonista extranjero y sentir que están cómodos en el país, que disfrutan el tiempo que están acá, que le aportan tantas cosas buenas a la novela, realmente es muy gratificante. Y es más gratificante aún compartir escenas con ellos porque realmente es un placer.  

-¿Has notado mucha diferencia en la manera de trabajar de los actores españoles frente a los colombianos?
He notado diferencias como debe ser natural porque obviamente ellos vienen de un país distinto, pero hay más diferencias en el sentido de que en Colombia se trabaja más, hay más horas de trabajo, se trabaja mucho más duro y es más difícil, primero por las condiciones porque estamos trabajando en pueblos alejados, no tenemos la infraestructura de una ciudad. Trabajamos con un equipo maravilloso, con los que he trabajado desde ‘El Mariachi’ y mucho antes, y son como mi familia. Es un equipo muy numeroso y son complicadas las condiciones climáticas, este último mes nos ha llovido mucho y hemos estado de barro hasta la cabeza. Grabamos en lugares muy alejados y obviamente ellos sienten esa diferencia, pero se han comportado a la altura, se han tomado esto de una forma muy seria, pero también muy relajada y en el plató es un placer porque son muy profesionales como lo somos aquí muchos también.

-En una entrevista, Pablo Espinosa (el actor español que da vida a Alejo en su juventud) comentaba que la forma de trabajar en Colombia era verdaderamente espectacular, con un cuidado de los detalles maravilloso. ¿Crees que en el exterior, las telenovelas que tienen la fama son las mexicanas y las americanas, pero que hoy por hoy, la calidad está en las producciones colombianas?
Yo, la verdad, sin presumir, creo que en Colombia, en materia de producción, ha venido creciendo a pasos agigantados. Puedo notar un ejemplo de diferencia entre ‘El Mariachi’ y ‘La Pola’ porque nosotros ya estamos con equipos de última tecnología, en la fotografía tienen todo el cuidado del mundo. Acá, por ejemplo, se hacen diez escenas diarias con la misma cantidad de horas que en otros lugares del mundo. Esta producción realmente se destaca y cada vez se hacen más producciones internacionales, como ‘Mental’, que fue una serie gringa que se hizo en Colombia. Contamos con una calidad humana impresionante porque la mano de obra es algo más económica, pero muy buena, respecto a otros países.

-Ahora que has conocido y has podido trabajar con actores de España, ¿te sientes interesada en cruzar el charco para probar suerte en la madre patria?
¡Qué más quisiera yo! Ojalá tuviera la oportunidad de trabajar en producciones que estén afuera. Aparte de que me parece super emocionante, siempre viajar es muy interesante. Poder trabajar en España, que es un país que realmente siempre se ha destacado por, aparte de tener buena televisión, tener toda una cultura cinematográfica, sería un sueño. Todavía no he cruzado el charco, no conozco Europa, y quiero ir a conocerlo el próximo año y ahora que conozco a todos estos españoles, que hoy en día son como mis amigos, quiero ir a verles y poder visitarlos para seguir viéndoles cuando acabe esta serie.

-¿Crees que con tu interpretación de La Pola podrás despojarte de tu personaje de Rosario en ‘La hija del Mariachi’?
Yo de Rosario me despojé hace mucho. De hecho, cuando terminé el personaje, el último día de las grabaciones como que hablé con Rosario y la despedí como tenía que despedirla. Obviamente, en el recuerdo de la gente, Rosario siempre está muy presente, y en el mío también con mucho cariño. Pero, a Rosario la dejé ir porque era el momento de asumir retos distintos y ella está en mi corazón totalmente, pero he tratado de que La Pola se diferencie mucho de lo que fue Rosario, aunque en el fondo tenga las mismas características de los personajes protagónicos: mujeres buenas, con virtudes y todas esas características de los personajes principales de cada novela.

-¿Qué ha significado en tu vida el protagonizar la novela de ‘La hija del Mariachi’ que, según las críticas, ha sido calificada como la mejor novela de la última década?
Para mi, ‘El Mariachi’ significó mucho. A nivel personal, me confirmó que esta carrera y esto que hago, me lo he ganado con mucho trabajo, con mucho esfuerzo, y que dio frutos, sobre todo. ‘El Mariachi’ siempre va a ser como el punto en el que muchas puertas se me abrieron, en el que pude demostrar y pude interpretar un personaje que conmovió y que, gracias a esto, puedo contar con un personaje tan importante como La Pola. Definitivamente siempre le voy a agradecer a ese personaje y a esa novela, porque gracias a ellos hoy en día me pueden conocer en muchos países.

-Mucha culpa de esa proyección internacional la tuvo la red, internet. En aquellos países en los que la novela no se emitió, fue la manera de seguirla y de conocerte a ti y a Mark Tacher. ¿Ha cambiado mucho la manera de interactuar con los fans y de dar a conocer tu trabajo?
Sí, claro. Esa fue la primera vez en mi vida que me enfrentaba a un fenómeno como el que produjo ‘La hija del Mariachi’ en Internet. Yo la verdad, nunca me lo esperé, vivo eternamente agradecida porque la gente es maravillosa y pude conocer a tanta gente maravillosa. A mi no me costó tanto asumir esta popularidad por el Internet, que me ayudó a conocer a estas personas, a escucharlas, a leerlas y a recibí toda su admiración, por eso, estoy muy agradecida con Internet porque, de verdad, son ellos y son ustedes los que hacen que esta carrera y lo que hago valga la pena.

-Desde niña el ballet había sido lo más importante para ti y, según creo, no lo hacías nada mal, llegando a actuar en Cuba en varias ocasiones, ¿por qué decidiste tomar un nuevo rumbo en la vida, de la mano de la actuación?
Yo bailé ballet desde que tenía ocho años; quería ser bailarina de la ópera de París. A mi la actuación, la verdad, nunca se me pasó por la cabeza, pero inconscientemente ya lo venía ejerciendo porque cuando bailas interpretas a diferentes personajes. Digamos que tuve la oportunidad de poder ejercer ballet durante diez años, después me choqué con una realidad que era mi realidad, que aunque yo me quiero mucho a mí misma y a mi físico, mi físico era muy distinto al de las bailarinas europeas, digamos que yo necesitaba huesos más largos, piernas más delgadas y un montón de cosas, que por más que me matara de hambre, no iba a lograr. En algún punto de mi vida, a los dieciocho años, en el que no estaba en una compañía profesional porque me había retirado de Cali porque mis papás tuvieron que irse a vivir a Bogotá, y yo no quería estar ahí, quería irme a Europa para bailar en compañías, pero ya sabía que había muchas mejores bailarinas que yo, que existían niñas con más técnica y más condiciones físicas porque el ballet no se trata de qué tanto te esfuerces, sino de cómo eres físicamente. Es demasiado perfecto, con medidas y condiciones perfectas, y yo me di cuenta a los dieciocho que no las tenía, pero tenía que trabajar. Cuando estábamos en Bogotá, con mi familia, no teníamos una vida muy holgada de dinero y me tocó trabajar. Tomé la decisión de hacer un casting para un comercial, que no quedé, pero a través de esa agencia, me conoció un director de casting de RCN, que me llevó a hacer un seriado que nunca salió al aire porque el canal para el que iba la serie murió. Entonces, tuve la oportunidad de trabajar en esa serie durante tres meses y fue cuando empecé a ganar bien. Ese personaje era una bailarina de ballet y fue la entrada con la cual me convencí porque me fue bien la serie y el director me dijo que tenía talento y vi que esa era una forma de poder ganar dinero, aunque no era mucho porque era un personaje de reparto, pero de alguna manera alivianar esa parte porque antes trabajaba casi doce horas diarias en ballet y dando clases. Obviamente hacer actuación es mucho más duro porque son muchas horas de grabación, pero descubrí gracias a eso, a esa oportunidad que me dieron, que lo que más me gustaba de bailar ballet era interpretar personajes. Entonces, entré en la actuación de la forma más segura, sin tener que estar lesionada, sin morir de hambre, sin tener que sacrificarme físicamente tanto. Cuando entré en eso, me despedí del ballet de la forma que mejor lo pude hacer, hasta el punto más alto que pude llegar y vi que la actuación me podía dar muchas oportunidades y, sobre todo, que me gustaba mucho y aquí estoy. 

-El mundo del ballet es muy duro: horas y horas disciplinando el cuerpo y la mente. Es una magnífica preparación para cualquier otro arte, como por ejemplo la actuación, ¿no?
Sí, sobre todo porque cuando empecé a estudiar actuación me di cuenta de que tenía la mitad del camino aprendido porque cuando un actor empieza a formarse, los tres primeros años de formación son puro trabajo corporal, trabajo del equilibrio, del centro y esas cosas las tenía de sobra. Ya, digamos, que me pude concentrar en temas que en ballet no tienen nada que ver, como en la voz, análisis de texto. Todas esas cosas que son muy importantes para la construcción de un personaje. Yo a nivel corporal ya lo tenía todo y eso me facilitó mucho y, por eso, pude hacer teatro tan temprano. Pude hacer a Rosario sin dificultad porque yo ya me subía a los escenarios desde que era muy niña. Yo no podría haber sido actriz, si antes no hubiese sido bailarina.

-Hace algún tiempo, para la revista Soho te tomaste unas fotografías en las que aparecías bailando en zapatillas de punta y en muy buena forma, ¿sigues bailando?
El cuerpo tiene memoria. Realmente cuando tú has trabajado en una disciplina, el cuerpo no olvida, pero te cobra después porque cuando has dejado de hacerlo al otro día te quieres morir del dolor, pero para las fotos de Soho me entrené mucho porque llevaba varios años sin entrenar y hacía bastante que no me ponía unas zapatillas de punta y me entrené en el gimnasio. Yo creo que desde esas fotos, no me entreno nada, he estado muy vaga; pero en el momento que yo decida hacer algo, lo haré sin mucho esfuerzo porque el cuerpo siempre recuerda.

-¿Tu familia te ha apoyado en tus comienzos en la actuación?
Mi familia siempre me ha apoyado muchísimo, así hubiese querido ser trapecista, allí hubieran estado en primera fila. Eso define mucho la forma que tengo de actuar, que me gusta mucho lo que hago, no me da miedo. Me lanzo al vacío porque siempre me dan la confianza para hacerlo. A mi familia les adoro con el alma y les debo la confianza que tengo para hacer lo que hago y es un punto clave en materia para actuar. Actuar es atreverse, lanzarse, sin tener miedo, ni pena, sin que te coartes. Y eso lo he logrado gracias a mi familia.

-Ahora que estás un poco más asentada en tu profesión, ¿recuerdas esos duros momentos de tener que mudarte habitualmente de domicilio?
Pero, eso se debía mucho a que a nosotros nos gustaba, no era por necesidad, nos cambiábamos a sitios mejores para estar cambiando y renovando. Por fin voy a cumplir en mi casa dos años, pero muy seguramente al próximo año me cambiaré porque a lo mejor necesito un espacio más grande o siempre sucede alguna circunstancia para estar trasladándome. Yo creo que el momento de poder quedarme quieta será cuando ya esté grande y sea ese momento de quedarme ahí. A mi me emocionan mucho los trasteos, me parece lindo poder renovar espacios, cambiar de lugar, cambiar de calle. Yo ahora, llevo más de cinco años viviendo en el mismo barrio, pero en el mismo barrio ya me he cambiado de casa tres veces. Soy así desde niña, pero me emociona hacerlo cada vez que pueda porque no tengo hijos, tengo una carrera que me obliga a estarme moviendo, entonces está bueno por ahora.

-¿Has tenido que luchar por amor, como tu personaje de La Pola?
¡Quién no ha luchado por amor! Si no se lucha, no es amor. Además, si el amor llega en bandeja, no lo valoramos. En mi caso, soy una persona que valoro cien por ciento el amor que tengo. Nuestro amor nos costó porque nos enamoramos viviendo en países distintos y es incómodo estar viajando a cada rato para ir a verse. Yo considero que el amor sin lucha, no tiene ningún sentido y no tiene ningún valor.

-Ya llevas casi tres años de relación sentimental con Mariano Bacaleinik, y si no estamos mal informados, en diciembre te lleva al altar. ¿Cómo van los planes de boda?
Van bien. Estoy muy emocionada, muy ansiosa. Ya entré en la parte histérica, que es esa parte en la que se siente que no se ha hecho nada y que estás super atrasado, pero realmente todo está bien. Estoy muy ocupada con el trabajo y llevo mucho tiempo sin ir a Bogotá. No me pude hacer cargo, pero tengo a una persona que me está ayudando con todo ese tema. Estamos muy emocionados porque va a estar toda la familia reunida, es un evento muy importante porque lo hemos esperado mucho y porque nos costó mucho estar juntos y por fin lo logramos.

-Sé que no nos vas a adelantar nada de lo que va a suceder ese día tan importante, pero sólo dos detalles, ¿se parecerá en algo a una boda de telenovela?
No. Yo realmente el matrimonio de telenovela que he tenido ha sido en ‘El Mariachi’, que fue muy tradicional, en la iglesia con el vestido, pero eso no tiene que ver mucho conmigo, eso se lo dejo a los personajes. Será muy en nuestro estilo, muy particular. Nos hemos esmerado en que cada detalle se parezca mucho en lo que somos para defender nuestro propio estilo y sobre todo para que la pasemos muy bien.

-¿Se celebrará en la hacienda donde se rodó ‘Café con aroma de Mujer’?
No sé exactamente si allí se grabó ‘Café’ porque se grabó en muchas haciendas de esta zona. Yo me enteré de eso en una revista, pero realmente no lo sé.

-¿Para cuándo finalizas las grabaciones de ‘La Pola’?
Estoy en la mitad apenas. Termino las grabaciones el próximo año, a mediados de abril o a comienzos. 

-¿Tienes nuevos proyectos, te iras de luna de miel o prefieres descansar después de terminar ‘La Pola’?
No me iré de luna de miel porque no voy a poder. Me van a dar un permiso de cinco diítas para poder casarme, pero no para irme de luna de miel. Yo creo que cuando termine el proyecto, que ha sido tan duro, será un momento de pausa porque me gustan las pausas. A estas pausas les agradezco los mejores momentos de mi vida. Pararé un poco, me iré de viajecito. Será un buen momento para cruzar el charco. Tengo por costumbre no pronosticarme, no quiero saber qué pasará más adelante. Realmente no tengo un plan fijo, pero lo que sí tengo claro es que me merezco unas vacaciones.

-¿Ya estás pensando en volver a trabajar en otro proyecto?
Yo tenía pensado después de ‘El Mariachi’ hacer cine, al tiempo hice otra novela, después otra. Realmente hace mucho quiero hacer cine, y resulté haciendo otra novela. Y es realmente a lo que le vengo apuntando hace tiempo. Hacer novela es para armar un colchón, tranquilo, para poder hacer las pausas que una persona que sólo se dedica al cine, necesita. En un país como el mío, el cine está surgiendo, pero no tiene una industria como puede existir en España, Estados Unidos o Argentina. Obviamente, no quiero hacer cine por hacer cine; quiero tener la oportunidad de hacer proyectos como los que he tenido hasta el momento, que son proyectos concientes, con contenido, que me aportan. Yo no quiero hacer de protagonista de novela porque sí. Quiero personajes con los que siempre tenga un reto, que me diviertan, que me aporten y también aporten a los demás, sino no tiene ningún sentido y prefiero dedicarme a bailar o cualquier cosa.

-¿Vas a seguir ligada, con contrato, con RCN o te apetece tomar nuevos rumbos con otras empresas?
Yo realmente sigo en RCN porque siguen creyendo en mí. Nunca he tenido una exclusividad, ni he tenido una nómina eterna con RCN. Después de cada proyecto, el canal ha vuelto a contar conmigo y me han enviado a proyectos de calidad, interesantes. Yo quiero mucho este canal porque llevo un montón de años trabajando, pero a saber con el tiempo. Ahora, estoy donde quiero estar y estoy muy agradecida. Pero, digamos, que yo no soy de nadie. Yo quiero seguir dándome el lujo de decidir donde estar.

-¿Cuál es el personaje que contarás con más cariño a tus nietos?
Creo que de todos puedo contar un poco. He hecho series y novelas importantes, a nivel de rating y de éxitos, y otras no tanto. Pero, de todos siempre hay algo bueno que contar, como las experiencias. Yo no quiero decir que haya un personaje más favorito que otro, y unos han sido más importantes porque han tenido resultados más visibles, pero todos me han divertido y me siento orgullosa de ellos.

-Has sido bailarina y ahora eres actriz, ¿se te ha pasado por la cabeza terminar cantando?
Es que el problema mío es que yo no canto, para cantar hay que tener talento. Yo pude cumplir uno de mis sueños frustrados con Rosario (de ‘La hija del Mariachi’). Yo realmente soy consciente que no tengo una voz como la de Adriana Bottina, o como las cantantes profesionales, y sería demasiado pretender que un día la tenga porque yo sé mis virtudes y el canto no es una de ellas. No quiere decir que cante horrible, pero no canto virtuosamente y maravillosamente como me gustaría, entonces no lo hago. Con Rosario, digamos, que pude tachar esa parte de mi lista y me di el lujo de dar conciertos y de interpretar un personaje que cantaba maravillosamente, pero eso se lo dejamos a Rosario nada más (risas).

-Escucha el saludo que nos dejó Carolina Ramírez:

Entrevista realizada por Raquel Guedes.