María Ignacia intenta suicidarse
Alejo le cuenta a su familia y a los Valencia que no se casará con María Ignacia
Catarina (Zharick León) encuentra a Juliano (Luis Felipe Cortés) y a Nicolasa (Ana Mosquera) besándose apasionadamente y alterada por lo que acaba de ver, acude de inmediato a la iglesia para confesarse. El sacerdote le aclara que no ha cometido ningún pecado, y le aconseja que evangelice a sus esclavos para que se casen bajo la luz de Dios antes de que tengan hijos. En Popayán, Alejo (Emmanuel Esparza) se encuentra con que María Ignacia Valencia (Juliana Galvis), su prometida, quien ha dedicado los últimos años de su vida a prepararse para convertirse en su esposa. En la fiesta de bienvenida que le hacen a los hermanos Sabaraín, Gaspar (Héctor de Malba) formaliza nuevamente el compromiso de su hija, pero Alejo, como lo tenía pensado, afirma enfrente de los ilustres invitados que no habrá boda.
María Ignacia intenta suicidarse, mientras que el padre de Alejo se entera de la verdadera razón por la que su hijo canceló su boda
Luego de que Alejo (Emmanuel Esparza) confirma en público que no se casará con María Ignacia (Juliana Galvis), la joven sumida en la tristeza, intenta acabar con su vida cortándose las venas. A su vez, acosado por los interrogantes de su padre, Leandro (José Sospedra) le confiesa a Francisco (Andoni Ferreño) que su hermano volvió a verse con la Pola (Carolina Ramírez) y esa es la verdadera razón por la que canceló la boda. En Guaduas, Catarina (Zharick León) incita a Domingo (Diego Trujillo) para que ordene evangelizar a los esclavos y de esa manera Juliano (Luis Felipe Cortés) y Nicolasa (Ana Mosquera) sólo puedan volver a frecuentarse si unen sus vidas en santo matrimonio. Como realizar una boda tiene un costo muy elevado, Juliano tendrá que decidir entre vivir el resto de su vida con la mujer que ama pero aún siendo esclavo, o comprar su libertad y alejarse de Nicolasa. Por su parte, en la noche, mientras todos duermen, el capataz de los esclavos intenta abusar de la Pola.
Nicolasa no acepta casarse con Juliano, mientras que Alejo le advierte a sus padres que sin importar los obstáculos regresará a España a pelear por su patria
Motivado por la fuerte suma de dinero que María Ignacia (Juliana Galvis) propone aportar para la guerra, el gobernador Tacón (Kepa Amuchastegui) le ordena a Alejo (Emmanuel Esparza) que no regrese a España, sino que se quede en Popayán para integrar las tropas de esa provincia para una eventual confrontación. No obstante, Alejo le cuenta a sus padres que desafiará este mandato, pues como sea irá a defender a su patria a la península y que si llega a quedar con vida luego de la guerra, con quien se casará es con La Pola (Carolina Ramírez). Entre tanto, Juliano (Luis Felipe Cortés) le dice a sus amos que está dispuesto a sacrificar su libertad para poder casarse con Nicolasa (Ana Mosquera). Sin embargo, se llevará la mayor sorpresa de su vida cuando se entere que la esclava no quiere ser su esposa. Dada la situación y al no convertirse en marido y mujer, la pareja no podrá volver a hablar entre sí o serán castigados, pero haciendo caso omiso a la advertencia, Nicolasa busca a Juliano para explicarle el por qué no aceptó casarse con él. Catarina (Zharick León) alertada por la ausencia de su esclava sale en su búsqueda y se encuentra con que sus criados la desobedecieron.
Nicolasa acepta casarse con Juliano, y Alejo se entera de que su familia espera con ansias su matrimonio a causa de la pésima situación económica que padecen
Ofuscada porque Nicolasa (Ana Mosquera) y Juliano (Luis Felipe Cortés) incumplieron sus órdenes de no volverse a ver, Catarina (Zharick León) hace que los esclavos sean castigados con fuertes latigazos. La Pola (Carolina Ramírez), alegando las nuevas supuestas leyes de los esclavos, logra que a Nicolasa no la sometan, pero nada puede hacer para que Juliano no sufra los dolorosos golpes. Finalmente, consciente de que en cualquier momento pueden volver a ser castigados, Nicolasa acepta casarse con su amado. Al ver que ni siquiera esta noticia tranquiliza a Catarina, Domingo (Diego Trujillo) interroga a su esposa sobre la extraña obsesión que tiene con los criados. Entre tanto, Alejo (Emmanuel Esparza) se entera de que por culpa de los malos manejos financieros de su padre, su familia está muy mal económicamente y la única esperanza que tienen de salir de la ruina es la otra parte de la dote que les darán por su matrimonio con María Ignacia (Juliana Galvis).
La Pola pretende enseñarle a leer y escribir a los esclavos, mientras que Alejo redacta una carta a La Pola para contarle que no cumplirá con su promesa
Por más que lo intenta, Nariño (Luis Fernando Hoyos) no puede ver a Magdalena (Valentina Rendón) como una esposa integra y por esa razón le dice a su mujer que alguno de los dos tendrá que dejar la familia e irse a vivir a otro lado. De otra parte, con la intención de que las memorias de los antepasados africanos siga vigente, la Pola (Carolina Ramírez) le propone a los esclavos enseñarles a leer y a escribir, algo que está vetado para estas personas. Mientras tanto, en Popayán Alejo (Emmanuel Esparza) le escribe una carta a la Pola en donde le cuenta que no podrá cumplir su promesa de volver y casarse con ella, pues deberá seguir adelante con el compromiso con María Ignacia (Juliana Galvis) para que su familia salga de la ruina económica. Días después, mientras afinan todos los preparativos para la boda, Gaspar (Héctor de Malba), el gobernador Tacón (Kepa Amuchastegui) y las personas más distinguidas de Popayán, se enteran de que en Quito se han sublevado ante las autoridades para supuestamente salvaguardar los intereses del Rey mientras siga él siga en prisión.
La Pola se entera que Alejo no cumplirá con su palabra, pues se casará con María Ignacia
Debido a las noticias de revolución en Quito, la boda entre Alejo (Emmanuel Esparza) y María Ignacia (Juliana Galvis) queda pospuesta, pues el militar deberá unirse a las tropas españolas para defender la soberanía del Rey sobre esas tierras. Baraya (Gustavo Angarita) le cuenta a Nariño (Luis Fernando Hoyos) sobre el suceso en Quito y nuevamente le pide que se unan para hacer lo mismo en Santafé. De otra parte, por medio de una carta que le envió Alejo, la Pola (Carolina Ramírez) se entera de que el militar no cumplirá su promesa de volver a Guaduas para casarse con ella. Entre tanto, el capataz de los esclavos le cuenta a Domingo (Diego Trujillo) que la Pola está enseñándoles a leer y a escribir a los criados. Al ser esta actividad prohibida para los esclavos, el campesino desaprueba el hecho y busca la forma de reprender fuertemente a sus sirvientes para que no lo vuelvan a hacer.
Domingo procura aleccionar a sus esclavos con un cruel castigo
Luego de que Catarina (Zharick León) acuse a Nicolasa (Ana Mosquera) como la promotora de la idea de que los esclavos aprendieran a leer y escribir, a Domingo (Diego Trujillo) se le ocurre reprender a su criada mutilándole uno de sus dedos. Por su puesto, Juliano (Luis Felipe Córtes) y la Pola (Carolina Ramírez) intentarán impedir que se ejecute el cruel castigo. Por su parte, mientras María Ignacia llora porque nuevamente su boda será aplazada, Alejo, junto a la tropa española que integra, llegan sigilosamente al lugar en donde se encuentran algunos de los revolucionarios de Quito. En Santafé, motivado por las noticias que vienen de afuera de la ciudad, Camilo Torres (Alejandro Martínez) se reúne con el Virrey Amar y Borbón (Mariano Venancio) y le expone su propuesta de establecer una junta de gobierno integrada por españoles americanos.
La Pola conoce a Sámano, y Alejo intenta detener la batalla contra los revolucionarios de Quito
A Guaduas llega Juan Sámano (Manuel Navarro) un importante militar que va camino a Santafé, en donde será el encargado de la guardia del Virrey. Tras el cruel castigo que sufre Juliano (Luis Felipe Cortés) por órdenes de Domingo (Diego Trujillo) y creyendo que Sámano conoce algo sobre las nuevas leyes a favor de los esclavos, la Pola (Carolina Ramírez) busca al militar para que la ayude a denunciar a su cuñado por maltratar a sus criados. Por su parte, Alejo (Emmanuel Esparza) se da cuenta de que los supuestos revolucionarios de Quito no están en contra del Rey, sino de Napoleón, por lo que no son sus enemigos. Así las cosas, el alférez intentará influenciar a sus superiores para que no se ejecute una batalla en donde se enfrenten dos bandos que al parecer defienden los mismos ideales.
Sámano intenta abusar de La Pola, mientras que Alejo es herido gravemente en la batalla contra los revolucionarios de Quito
La Pola (Carolina Ramírez) intenta atender de la mejor forma al Mariscal Sámano (Manuel Navarro), pues tiene la esperanza de que el militar le ayude a denunciar a Domingo (Diego Trujillo) por maltrato a los esclavos y además, también espera que él le pueda dar noticias sobre la posible batalla a la que irá Alejo (Emmanuel Esparza). Sámano malinterpreta la situación, intenta abusar de la mestiza y la amenaza diciéndole que si no accede a sus viles peticiones la matará. Entre tanto, en una batalla totalmente desigual, los revolucionarios de Quito son abatidos por las tropas oficiales. Sintiéndose culpable de la matanza, pues sabía que los supuestos enemigos en realidad eran leales al Rey, Alejo intenta socorrer a uno de los quiteños que aún sigue con vida. No obstante, la tragedia llegará cuando por este acto de misericordia, el alférez sea herido de gravedad por la misma persona que intentaba ayudar.
Del 1 al 12 de noviembre de 2010
por el Canal RCN