Monday, August 23, 2010

Jorge Luis Pila


Jorge Luis Pila, nacido en Checoslovaquia y criado en Cuba, tenía intenciones de estudiar Economía, pero comenzó su carrera como bailarín y modelo. Pila acepta que no queda nada de su afición al baile, piensa que fue una etapa que vivió plenamente en su adolescencia y que ya ha quedado superada, porque ahora tiene asumida su carrera de actor.

Dada su forma de ser fuera de las pantallas, donde se define como una persona cambiante, seria, tranquila y hogareña, Pila reconoce que ha tenido que trabajar mucho para afrontar un personaje como el Cristóbal Rivas. En estos momentos, Jorge Luis es un hombre enfocado y disciplinado que vive dedicado completamente a sus dos amores: la familia y la actuación.

Pila obtuvo su primer papel protagónico con la producción ‘Al norte del corazón’, lo cual le lanzó inmediatamente al estrellato. Entre sus proyectos más destacados se encuentran ‘Valeria’, ‘Catalina y Sebastián’, ‘Ellas, Inocentes o Culpables’, ‘Yacaranday’, ‘Secreto de Amor’, ‘Súbete a mi moto’ y ‘Ángel Rebelde’. Con Telemundo ha participado en ‘Más sabe el Diablo’ y por último, Pila se desempeñó con mucho auge como el Comisario Cristóbal Rivas en ‘¿Dónde está Elisa?’.

-Jorge Luis, ¿cómo definirías a tu personaje de ‘Dónde está Elisa’?
Este es un comisario, una persona mayor, que tiene problemas psicológicos y es difícil. Él se toma muy en serio la desaparición de Elisa, una adolescente de buena familia que se esfuma sin explicación. Casi podría decir que se obsesiona. Cada vez que terminaba el día me quitaba este personaje porque no podía dormir, era demasiado intenso.

-¿Cómo construiste a Cristóbal Rivas?
Hay que hacer un estudio. Observas, tomas nota, y empiezas a crearlo poco a poco. Los actores usamos las cosas que nos han pasado, los sentimientos vividos.

-Y para aquellos que no han visto la novela, ¿cómo les contarías la historia?
‘Dónde está Elisa’ es una novela triste, aquí no se van a reír, aquí van a reflexionar mucho y nadie está exento de lo que le pasa a esta familia. Creo que ha dejado un mensaje en la gente y así se van a concienciar un poco más con sus hijos, van a tener mucho más cuidado en cuanto al alcohol y las drogas. Pero especialmente los padres tienen que entender que no pueden andar en la vida así, ahí hay gente mala.

-¿Te tocó vivir de cerca la situación del desmadre de los jóvenes?
Sí, por supuesto, eso es algo muy normal y muy cotidiano. En cualquier discoteca que vas hay droga, la prostitución, los jóvenes ni saben lo que están haciendo y viven la vida loca y en este caso gente que tiene dinero, no tiene control de esa situación y pasan esas cosas. Hay que tener mucho cuidado.

-¿Alguna vez te viste tentado a consumir drogas?
En mi caso no. Yo tuve que salir de Cuba a los 19 años, tuve que empezar a crecer y trabajar muy rápido. Cuando vine aquí a Miami tenía 28 años y ya era un hombre hecho y derecho con dos divorcios, dos matrimonios. Digamos que esa etapa no la viví, pero sí la vi alrededor mío. Lo vi en México , lo vi en Miami, es algo muy normal hoy en día. Es algo tan cotidiano, está en todas partes. Tengo una nena de tres años, falta mucho para que tenga 16 años, pero ya estoy sufriendo.

-¿Qué significa para ti la familia?
Para mí, la familia es número uno. Esta carrera a veces te lleva a sacrificar un poco a la gente que quieres; es injusta. Pero es importante mantener el equilibrio entre la carrera y la vida personal. Para mí, mi madre y mi hija Sabrina de 3 años, son lo más importante en mi vida.

-¿Y hablarás de estos temas con tu hija para que no sea una víctima?
Claro que sí y la voy educar y voy a estar arriba de ella.

-¿Qué haces en tu tiempo libre?
Cuando no estoy trabajando, estoy con ellas (madre e hija), relajándome en casa, viendo televisión y haciendo cosas al aire libre, que es lo que más disfruto. Si no hubiera sido actor, me hubiera gustado ser pelotero.

-Nada más acabar las grabaciones de ‘Más sabe el Diablo’, volviste a dar vida a otro policía en ‘Dónde está Elisa’, ¿temes que te encasillen en el mismo personaje?
No, para nada. Creo que de cierta manera Jimmy Cardona gustó y la respuesta ha sido del público porque es lo que se ve en internet con lo comentarios. Aurelio (el productor) cuando me llamó tenía esa pequeña duda: otra vez de comisario. Pero él dijo que era válido porque en el mundo pueden haber muchos policías pero todos somos diferentes y el reto actoral es hacerlo diferente. Este personaje en nada se parece a Jimmy, que era un personaje más blanco. Cristóbal es un hombre mayor que yo, de 45 años, atormentado porque mataron a su familia. Eso lo hace más oscuro.

-¿Cómo consigues mantener tu cuerpo atlético?
Gracias, gracias, hemos estado trabajando en eso. Tuve que cambiar un poquito para este personaje. En la novela él tiene 45 años, es un personaje más oscuro que el otro y mucho más intenso la verdad doy gracias por tener la oportunidad de hacer este personaje.

-Vimos que Jimmy Cardona era un poco más robusto, ¿qué hiciste para bajar de peso?
Sencillo. Dejar de comer (risas). No les voy a mentir, no es que haya hecho la súper dieta ni nada de eso, pero sí dejé de comer. Digamos que como menos que antes. Bajé casi 20 libras (9 kilos) en dos meses y medio. Cuando Aurelio (el productor) me habló, me dijo que tenía que hacerlo. Ahora estoy en mi peso, de cierta forma me había dedicado más a la familia, vivía con la mamá de mi hija, pero nos separamos y retomé mi carrera.

-Obviamente eso lo haces por amor a tu carrera...
Sí. A mí me gusta comer, arroz, frijoles, plátano frito todo eso porque en verdad soy bien comelón, pero tuve que cambiar el sistema de alimentación y dejar de comer en las noches.

-¿Por qué hubo una temporada en la que estuviste alejado de la actuación?
Estuve cinco años alejado del medio, porque quería explorar otras cosas, estar con mi familia, dedicarme a la vida de hogar. Ahora quiero retomar la carrera, dedicarme ciento por ciento a la actuación.

-¿Temes que ahora no se te ofrezcan papeles protagónicos?
No. En México tuve varios protagonistas, pero, a veces, el personaje de reparto es más fuerte e interesante.

-¿Y cómo andas ahora en cuestiones del amor?
Estoy tranquilo con mi madre, con mi padre, dedicado a la casa y a la carrera.

-¿No quieres conseguir una novia?
Me encantaría. Aunque no la estoy buscando, cuando tenga tiempo lo voy hacer, tengo dos o tres prospectos por allí que ya agarre teléfono.


Jorge Luis Pila fue Cristóbal Rivas en ‘¿Dónde está Elisa?’:

Hace nueve años que la vida de Cristóbal Rivas dio un giro radical del que nunca pudo reponerse. Ángeles Salazar, su mujer, y Sofía, su pequeña hija de siete años, murieron en un confuso accidente provocado por una red de narcotraficantes a los que él estaba a punto de desmantelar junto a la Brigada de Narcóticos del LAPD, a la que pertenecía. El hecho marcó profundamente la vida de Cristóbal, que tiene 43 años. Desde entonces el dolor y la culpa no le han dejado vivir en paz.

Actualmente trabaja en la Sección de Secuestros, a la que él mismo pidió ser trasladado luego del incidente. Ahí se desempeña como uno de los detectives más asertivos y temerarios de la institución. Y pese a que con el tiempo se ha transformado en un hombre extremadamente hostil, seco, duro y de pésimo trato, su sólo nombre inspira respeto entre sus compañeros y subalternos.

Solitario y huraño, Cristóbal vive en las afueras de la ciudad con la única compañía de su perro Baltasar. Sólo se relaciona con la gente a partir de su trabajo. Ya casi no tiene amigos ni vida social y la única persona con la que conversa sobre sí mismo es con su psiquiatra, la doctora Amanda Goldstein. Es en su diván donde desvela que detrás de su coraza de hombre duro y huraño, se esconde un alma profundamente herida.

Es por eso que cuando Cristóbal debe hacerse cargo del caso de la desaparición de Elisa Altamira, algo lo remece interiormente. Éste no es un caso cualquiera para él. De estar viva Sofía, su hija, tendría la misma edad de la desaparecida Elisa. Cristóbal toma el caso de manera muy personal y secretamente siente que ésta es una oportunidad de reparar su propio pasado. Salvando a la joven Elisa, Cristóbal siente que de alguna manera se salva a sí mismo.

Y puede que esto sea real. Cristóbal conoce a Dana Riggs, la madre de Elisa, e inevitablemente se siente tan cercano a ella en el dolor y en la pérdida, que no puede dejar de abrir su propia coraza para tratar de conectarse con ella. Nadie como él para entender el vacío en el que Dana ha quedado. El amor tiene misteriosas y extrañas maneras de manifestarse. En medio de la tristeza más absoluta, Cristóbal y Dana terminan enamorándose perdidamente, ante los ojos enjuiciadores de todo el mundo.