Maritza Rodríguez, con su elegancia y su versatilidad como actriz, se ha destacado en varios importantes proyectos como ‘Pecados Ajenos’, ‘Amantes del Desierto’ y más recientemente con su recordado antagónico en ‘El Rostro de Analía’. Ahora, Maritza nos sorprende en ‘Perro Amor’, con su personaje divertido y antagónico de Camila.
A Maritza Rodríguez su elegancia, belleza y versatilidad la ha llevado a ser una de las divas más cotizadas de la pantalla chica y de las más exitosas de la cadena Telemundo. Con su trabajo se considera exigente y difícil, pues como buena virgo, le gusta la perfección. Trece años de carrera son testigos de su exitosa historia como modelo, presentadora y actriz.
La bella colombiana, de 34 años, creó su propio perfume al que nombró “Única”. Y comentó que para lograr el aroma que quería para su perfume se inspiró en “el poder de los sueños, la seducción sutil y contundente” y definió su nueva creación como “sofisticada, apasionada, de espíritu joven, dinámico y sensual”.
En ‘Perro Amor’ interpretó a Camila, una mujer sensual, ambiciosa, amante de los riesgos y las aventuras. Junto con su primo Antonio Brando (Carlos Ponce), planearon toda clase de conquistas oscuras, propuestas eróticas. Entre ellos la única regla que valía es no enamorarse de sus conquistas.
-Maritza, ¿cómo definirías a tu personaje de ‘Perro Amor’?
Camila Brando es una mala divertida. A mí me encanta entregarme a un personaje y disfrutarlo mucho, claro, el tener la oportunidad de interpretar un personaje nuevo y que pueda ser diferente al anterior es lo más excitante al crearlo y vivirlo. Este es completamente opuesto al anterior y me encanta mucho la frescura que le estoy regalando. Uno tiene que ponerle un toque personal y ese es un sello inigualable. Yo siempre digo que el talento Dios me lo da y el actúa a través de mi. Camila es una mala totalmente diferente, no tiene esa carga dramática; es una mala muy picarona, juguetona, es manipuladora pero más divertida, siempre la verán muy suelta, muy sonriente.
-¿Qué matices tiene este personaje?
Camila tiene muchos matices para jugar como actriz. Es una mujer que se burla, se divierte, juega con los demás. Incluso no se da cuenta que juega con ella misma, cuando lo hace, se encuentra peor en el juego que a todos los que implicó. Es impulsiva, en un segundo tiene un plan b, c y hasta z, constantemente irónica. El dinero le trastorna un poco, pero el juego del amor es su arma de doble filo, que al final va a resultar clavándose ella misma.
-¿Y cómo definirías la relación que tiene tu personaje con su primo Antonio (Carlos Ponce)?
Tienen un pacto entre ellos que es que ninguno se puede enamorar de sus conquistas; les encantan las apuestas, el peligro los excita, tras una apuesta, se dan una 'revolcada', juegan mucho los primos. Camila es la compañera de Antonio en todos los sentidos, ella tiene el control, le consigue las chicas como garantía para no perderlo, va a llegar un momento en que se dará cuenta que está enamorada de él y no lo puede aceptar.
-¿Cómo te preparaste para las escenas de amor con Carlos para que parecieran tan reales?
Es increíble porque parecen muy reales (risas). Todo se debe a la química que hemos podido lograr ambos como pareja de trabajo. Simplemente la esencia de la telenovela es la naturalidad, por lo que me dije que tenía que ser un personaje muy orgánico, fresco, quitarme la pena y la vergüenza para poderlo trasmitir real. Aunque, no es fácil estar en calzones frente a tanta gente dando parlamentos largos y escenas cohibidas. Hay que prepararse psicológicamente. Hubo que romper ese pudor actoral porque me da pena que me vean en calzones. Sin temor a ataduras, a complejos, tienes que olvidarte de que estas desnuda, no puedes perder la energía que logras poner al personaje; contenta, alegre y manejando esa dinámica. Nada de eso me podía afectar porque los dos teníamos que terminar con soltura y comunicación.
-¿Y cómo fue la experiencia de trabajar con Carlos?
Es una persona maravillosa, súper alegre, todo el tiempo está cantando, echando chistes, es muy relajante, por lo que hay una confianza de inmediato.
-¿Qué te cautivó para aceptar el papel de Camila?
Me llamó mucho la atención porque es una historia genial, súper divertida y me encantó. Es una telenovela fresca, sincera, con una mezcla de comedia, era jugar con otro tipo de villana, una oportunidad diferente. No llevaba la carga dramática, fuerte, de las villanas que había interpretado anteriormente. Me encantó la idea de hacer una villana distinta, es el mismo personaje que hizo Isabella Santodomingo en su momento: puedo jugarle al cero drama, ella es juguetona, irónica, divertida.
-¿En qué te pareces a Camila?
No me parezco mucho, porque no me gusta jugar con los sentimientos de las personas. Camila es muy canalla, egoísta, manipula a todos a su antojo y sin importarles si sufren o no. A ella no le importa los sentimientos de Antonio, juega con él al igual que con su marido. Ese egoísmo permanece en ella y ese sentimiento me aleja completa y absolutamente de Maritza. Me gusta siempre ponerme en los zapatos de los demás, porque es la ley de la vida. Como ser humano tienes que aprender a corregir, no hacer lo que no te gusta te hagan. Eso nos aleja a cada una.
-¿Cómo eres a la hora de actuar?
Soy supremamente exigente, muy complicada en mis cosas. Tengo que leerme todo el libreto, estudiar las escenas detenidamente. Me gusta que todo me salga perfecto, muy cuadradito.
-¿Trabajar te relaja?
Sí, me siento completa cuando estoy trabajando.
-¿Cuáles han sido los obstáculos en tu carrera?
Un actor me dijo: “a ti te van a seguir contratando siempre por bonita, porque por actriz no”. A mí eso me dolió mucho. Eso me dio pie para tomar este asunto con seriedad y por eso le puse punto final al modelaje y me fui. Ese hecho partió en dos el inicio de mi carrera como actriz.
-Ahora eres una especie de empresaria y maestra...
Yo le trabajo mucho a mis agencias de modelaje y actuación en Colombia. Sigo en la lucha de no desligarme de Colombia porque es mi país. No quiero que me olviden, ni los quiero olvidar y obviamente me liga mi familia, la Compañía, crear nuevos talentos en la moda y la actuación.
-¿De dónde salió el proyecto de sacar al mercado la fragancia “Única”?
Me introduje en un mundo que no conocía, pero las ganas y la fe pudieron más. Quería sacar mi línea de belleza, pero no sabía por qué producto iniciar. Pasaron muchas ideas y llegué a algo muy propio, una fragancia hecha e inspirada por mí. Los olores me traen muchos recuerdos porque tengo muy mala memoria; me evocan momentos, instantes de mi niñez. Con la perfumista logramos introducir frutos rojos, rosas blancas y la vainilla, no quería una fragancia tan contrastada, me encantó porque es un olor sofisticado y contundente. Fue un largo e intenso proceso, el resultado es positivo porque a la gente que lo ha probado le ha gustado. Encontrar la caja, los colores, el frasco. Pasé por un nombre, terminé en otro, me tardé y el proyecto hasta se cayó porque tenía que ser así. Lo retomamos, empezamos desde cero y fue la mejor decisión porque fuimos cuidadosos y pacientes y así llegó “Única” by Maritza Rodríguez. Quiero que la gente se sienta única al usarla. Un día me levanté con el eslogan en mi boca: “No dejes de ser tú, no dejes de sentirte única”. Dije: “yo soñé con Dios, él iba caminando conmigo sobre un camino de hojas verdes, él me llevaba de la mano y me dijo: te voy a llevar, única, única”.
-¿Cuál es el motivo de tu éxito en Estados Unidos?
Trabajo con la verdad, yo creo que el tesón que le pongo a mi trabajo habla por sí solo, es muy difícil hablar de uno y ponerse en un lugar porque se peca de petulante, pero creo que es porque he sido una muy buena trabajadora, y le he dado vida a personajes que la gente aprecia.
-¿Te gusta ver la televisión?
Soy muy buena televidente, veo telenovelas desde que llegaba del colegio a mi casa, me mantenía pegada a la televisión y mi mamá me regañaba. Últimamente he visto ‘La Madrastra’ y ‘Victoria’. También me vi series colombianas como ‘El Cartel’ y ‘Sin tetas no hay paraíso’. De la televisión de Estados Unidos me vi ‘The Sopranos’.
-¿Qué papel te falta por hacer?
Soy muy ambiciosa, no soy conformista, aunque acepto las cosas que llegan. Siento que un protagónico me hace falta, romper un poco con las villanas, hacer cine, quiero seguir haciendo carrera afuera. Y algo que voy a lograr, ya estoy en camino, es tener una línea de Maritza Rodríguez de cosméticos y belleza, quiero que sea un producto colombiano.
-¿Estás conciente que derrochas sensualidad?
No, fíjate que no. La televisión es toda una mentira. En ella me veo un mujerón, con un cuerpazo, la más sexy. Consciente de ese cuerpo y como lo vendo. Pero en mi vida normal, yo digo que tengo las piernas flacas, no tengo el abdomen ni los senos que me gustarían y además soy muy blanca. Tengo que broncearme para salir con buen color. Es increíble la televisión. Soy tranquila, me gusta sentirme cómoda pero sin intención de provocar. A veces mi esposo me dice que cualquiera que me ve se cree que soy así (risas).
-No es habitual verte en ropa interior y ahora en ‘Perro Amor’ sales habitualmente muy sexy, ¿te gusta salir en pantalla así?
Pues hasta hace poco no. Me sentía incómoda con mi cuerpo, tenía complejo de flaca. Sobre todo porque en Barranquilla, mi ciudad, las mujeres están más rellenitas, tienen más curvas y lucen moreno. Y yo siempre he sido muy delgada y blanca.
-¿Te gusta la ropa tan sensual que vistes en la novela?
Fue muy hablada con la chica de vestuario. Esa manera de vestir complementa su personalidad. Esa frescura, ligereza, me gusta. Los colores un poco irreverente, arriesgada como ella, quien disfruta del peligro. Se redondea un poco el personaje dentro y fuera.
-¿Tienes proyectos de cine en mente?
Sí, creo que a cualquier actor le gusta hacer cine, teatro, comedia, televisión. Lo tengo en mente, pero gracias a Dios he tenido trabajo constantemente y eso es lo que importa. Me gustaría hacer la vida de Rita Hayworth. Es una locura, pero bueno.
-¿Cuántos años llevas de casada?
Cumplimos cinco este año.
-¿Tu esposo no se pone celoso con las escenas con Carlos?
No, no. Bueno te digo la verdad, él trata de no verlas. Pero él sabe con la mujer que se casó y los sentimientos que tenemos. Tratamos siempre de cuidar el amor que sentimos.
-¿Qué locuras harías por amor?
Muchas, cualquier cosa que hagas por amor es valida. Mientras puedas mantenerlo vivo y alimentarlo diariamente, uno tiene la licencia para hacer lo que sea, en todas épocas se ha hecho. Lo que sucede es que en esta etapa son más concentradas, más lindas y no tan arriesgadas.
-¿Qué es lo que más que te atrajo de tu esposo?
El respeto que me ha dado como mujer. Me derrito, siempre me ha dado mi lugar, eso habla mucho de un hombre, ese comportamiento. Es todo un caballero, detallista, muy especial y tiene esa parte feminista que deberían tener todos los hombres. Detalle tan simple que de repente te levantes y tu esposo te haya cocinado. Que trabajes todo el día y él no solamente piense en si mismo, sino también en ti.
-¿Cómo eres como esposa?
Una mujer que me encanta darle su lugar, que se sienta libre, autónomo, que se considere individual, que no piense que le estoy robando todo eso, que soy su compañera de vida. Siempre trato de cuidarlo, atenderlo y me fascina cocinarle. Algo que nunca hemos discutido; es que estamos en la misma onda. Te cuento un detalle muy particular que me encanta. Él espera que tendamos la cama juntitos, eso me derrite, igual yo lo hago. Esos detalles bonitos. Se va de viajes y cuando regresa le tengo todo lo que le gusta. El fin de semana es suyo. No sólo es recibir sino que sienta que le estoy dando. Vigilamos siempre la relación.
-¿Y qué pasó con el proyecto de ser mamá?
Me tocó posponerlo nuevamente, pero ahí está y llegará cuando tenga que llegar. Ya los sueño, los anhelo y hace unos días tuve un desmayo por debilidad, todos creyeron que estaba embarazada y me alcancé a emocionar.
-Si pudieras cambiar algo de tu pasado, ¿qué cambiarías?
Creo que nada, la verdad. Gracias a Dios que fui la chica que fui porque por eso es lo que me hace ser la persona que soy. De repente me hubiera gustado estudiar ballet.
-¿Qué prefieres: hacer personajes de villana o de buena?
Me encantan los dos, me fascinan. Disfruto los dos.
-¿Qué es lo que más extrañas de tu natal Colombia?
Mi familia y la comida de mi mamá. Soy muy consentida. Por ejemplo, cuando me enfermo, extraño mucho la aguapanela de limón, que es muy popular allá. También el ambiente de la Costa Atlántica, que es lo máximo.
-¿Te ha influenciado alguna actriz en tu carrera?
Me gustan muchas y respeto el trabajo de mucha gente, pero creo que Lucía Méndez. Allá en Colombia veía sus telenovelas y me gusta mucho como actúa, como canta. Creo que es muy completa.
-¿Con qué actor te ha gustado más trabajar?
Con todos, pero creo que con Víctor Noriega (en ‘Ángel rebelde’) porque es un chico muy disciplinado, me cuidaba mucho y se preocupaba mucho por mí. Tuvimos buena química.
-¿Te has hecho alguna cirugía plástica?
Sí, hace ya un tiempo que me hice la nariz.
-¿Qué parte de tu cuerpo no te gusta?
Mis pies. Son muy feos. Tengo un dedito doblado y cada vez que me voy a arreglar las uñas, tienen que separarlos bien porque se sube encima del otro.
-¿Y lo que más te gusta?
Mis ojos.
-¿Tienes alguna fobia?
Sí, a las cucarachas.
-¿Qué es lo que más te gusta hacer cuando no estas trabajando?
Ponerme una gorra, e irme con mi esposo Joshua y mi perro en la bici.
-¿Dónde te gustaría viajar?
Me moriría por ir a Italia; y uno que es soñado es Praga.
-¿Qué proyectos siguen?
Una crema, un bodysplash, un champú, quiero seguir con este negocio de la belleza y diversificando mi nombre, mi marca. “Única” marca el primer lanzamiento de una línea de productos de belleza que empezará a comercializarse a través de los catálogos Dupree y en los almacenes de Cadena Éxito.
-¿Y volverás a participar en más telenovelas este año?
Necesito descansar, llevo mucho tiempo sin poder tomarme unas vacaciones, llevo tres novelas consecutivas, así que necesito tiempo para mí, para mis proyectos de vida. Viene una novela para enero de 2011, así que tengo estos seis meses para poner en orden mis cosas y tratar de hacer un viaje de descanso.
Maritza Rodríguez fue Camila en ‘Perro Amor’:
Edad: 33 a 35 años. Profesión: gerente de mercadeo de Brando Constructores. Atractiva, emprendedora, ambiciosa y perversa. Siempre tiene doble agenda. Siempre está buscando su beneficio, va un paso adelante y manipula las situaciones y a las personas a su antojo (sobretodo a Antonio y a Gonzalo).
Es de la filosofía que todo vale, el fin justifica los medios. Es directa e implacable en sus peleas, con Sofía, con Daniela Valdiri, con su tía Clemencia, no respeta a nadie, pero a la única persona que más o menos le teme es a su abuela. Está casada con un hombre (Gonzalo Cáceres), que la admira y la venera, completamente opuesto a ella. No se da cuenta de su verdadera personalidad.
Hija de un hermano de Pedro que murió cuando ella era casi niña y fue criada por Cecilia, su abuela. Ha tenido una relación de amante con Antonio desde que eran muy jóvenes. Considera que Antonio es de su propiedad, que jamás podrá enamorarse de ninguna mujer y ella ha renunciado a manifestar su amor por él, para no perderlo; con el cuento de que son iguales porque ninguno de los dos nació para el amor. La apasionan las apuestas y el riesgo que corre con Antonio. Siempre está corriendo los límites; siempre quiere ir más allá.
Ve las conquistas de Antonio como víctimas de ambos: se las pone en bandeja y luego lo lleva a desecharlas. Tiene enorme ambición por el dinero (que no comparte con Antonio) y haría cualquier cosa por el negocio. Incluso robar (con la complicidad de su marido) a su propia familia. Cuando se da cuenta de que Antonio está enamorado de Sofía; entiende que ella también está locamente enamorada de Antonio y se derrumba. Hará lo que sea por separarlos; hasta meterse con el hijo de ambos. Terminará sola, enferma y odiada por todos.
A Maritza Rodríguez su elegancia, belleza y versatilidad la ha llevado a ser una de las divas más cotizadas de la pantalla chica y de las más exitosas de la cadena Telemundo. Con su trabajo se considera exigente y difícil, pues como buena virgo, le gusta la perfección. Trece años de carrera son testigos de su exitosa historia como modelo, presentadora y actriz.
La bella colombiana, de 34 años, creó su propio perfume al que nombró “Única”. Y comentó que para lograr el aroma que quería para su perfume se inspiró en “el poder de los sueños, la seducción sutil y contundente” y definió su nueva creación como “sofisticada, apasionada, de espíritu joven, dinámico y sensual”.
En ‘Perro Amor’ interpretó a Camila, una mujer sensual, ambiciosa, amante de los riesgos y las aventuras. Junto con su primo Antonio Brando (Carlos Ponce), planearon toda clase de conquistas oscuras, propuestas eróticas. Entre ellos la única regla que valía es no enamorarse de sus conquistas.
-Maritza, ¿cómo definirías a tu personaje de ‘Perro Amor’?
Camila Brando es una mala divertida. A mí me encanta entregarme a un personaje y disfrutarlo mucho, claro, el tener la oportunidad de interpretar un personaje nuevo y que pueda ser diferente al anterior es lo más excitante al crearlo y vivirlo. Este es completamente opuesto al anterior y me encanta mucho la frescura que le estoy regalando. Uno tiene que ponerle un toque personal y ese es un sello inigualable. Yo siempre digo que el talento Dios me lo da y el actúa a través de mi. Camila es una mala totalmente diferente, no tiene esa carga dramática; es una mala muy picarona, juguetona, es manipuladora pero más divertida, siempre la verán muy suelta, muy sonriente.
-¿Qué matices tiene este personaje?
Camila tiene muchos matices para jugar como actriz. Es una mujer que se burla, se divierte, juega con los demás. Incluso no se da cuenta que juega con ella misma, cuando lo hace, se encuentra peor en el juego que a todos los que implicó. Es impulsiva, en un segundo tiene un plan b, c y hasta z, constantemente irónica. El dinero le trastorna un poco, pero el juego del amor es su arma de doble filo, que al final va a resultar clavándose ella misma.
-¿Y cómo definirías la relación que tiene tu personaje con su primo Antonio (Carlos Ponce)?
Tienen un pacto entre ellos que es que ninguno se puede enamorar de sus conquistas; les encantan las apuestas, el peligro los excita, tras una apuesta, se dan una 'revolcada', juegan mucho los primos. Camila es la compañera de Antonio en todos los sentidos, ella tiene el control, le consigue las chicas como garantía para no perderlo, va a llegar un momento en que se dará cuenta que está enamorada de él y no lo puede aceptar.
-¿Cómo te preparaste para las escenas de amor con Carlos para que parecieran tan reales?
Es increíble porque parecen muy reales (risas). Todo se debe a la química que hemos podido lograr ambos como pareja de trabajo. Simplemente la esencia de la telenovela es la naturalidad, por lo que me dije que tenía que ser un personaje muy orgánico, fresco, quitarme la pena y la vergüenza para poderlo trasmitir real. Aunque, no es fácil estar en calzones frente a tanta gente dando parlamentos largos y escenas cohibidas. Hay que prepararse psicológicamente. Hubo que romper ese pudor actoral porque me da pena que me vean en calzones. Sin temor a ataduras, a complejos, tienes que olvidarte de que estas desnuda, no puedes perder la energía que logras poner al personaje; contenta, alegre y manejando esa dinámica. Nada de eso me podía afectar porque los dos teníamos que terminar con soltura y comunicación.
-¿Y cómo fue la experiencia de trabajar con Carlos?
Es una persona maravillosa, súper alegre, todo el tiempo está cantando, echando chistes, es muy relajante, por lo que hay una confianza de inmediato.
-¿Qué te cautivó para aceptar el papel de Camila?
Me llamó mucho la atención porque es una historia genial, súper divertida y me encantó. Es una telenovela fresca, sincera, con una mezcla de comedia, era jugar con otro tipo de villana, una oportunidad diferente. No llevaba la carga dramática, fuerte, de las villanas que había interpretado anteriormente. Me encantó la idea de hacer una villana distinta, es el mismo personaje que hizo Isabella Santodomingo en su momento: puedo jugarle al cero drama, ella es juguetona, irónica, divertida.
-¿En qué te pareces a Camila?
No me parezco mucho, porque no me gusta jugar con los sentimientos de las personas. Camila es muy canalla, egoísta, manipula a todos a su antojo y sin importarles si sufren o no. A ella no le importa los sentimientos de Antonio, juega con él al igual que con su marido. Ese egoísmo permanece en ella y ese sentimiento me aleja completa y absolutamente de Maritza. Me gusta siempre ponerme en los zapatos de los demás, porque es la ley de la vida. Como ser humano tienes que aprender a corregir, no hacer lo que no te gusta te hagan. Eso nos aleja a cada una.
-¿Cómo eres a la hora de actuar?
Soy supremamente exigente, muy complicada en mis cosas. Tengo que leerme todo el libreto, estudiar las escenas detenidamente. Me gusta que todo me salga perfecto, muy cuadradito.
-¿Trabajar te relaja?
Sí, me siento completa cuando estoy trabajando.
-¿Cuáles han sido los obstáculos en tu carrera?
Un actor me dijo: “a ti te van a seguir contratando siempre por bonita, porque por actriz no”. A mí eso me dolió mucho. Eso me dio pie para tomar este asunto con seriedad y por eso le puse punto final al modelaje y me fui. Ese hecho partió en dos el inicio de mi carrera como actriz.
-Ahora eres una especie de empresaria y maestra...
Yo le trabajo mucho a mis agencias de modelaje y actuación en Colombia. Sigo en la lucha de no desligarme de Colombia porque es mi país. No quiero que me olviden, ni los quiero olvidar y obviamente me liga mi familia, la Compañía, crear nuevos talentos en la moda y la actuación.
-¿De dónde salió el proyecto de sacar al mercado la fragancia “Única”?
Me introduje en un mundo que no conocía, pero las ganas y la fe pudieron más. Quería sacar mi línea de belleza, pero no sabía por qué producto iniciar. Pasaron muchas ideas y llegué a algo muy propio, una fragancia hecha e inspirada por mí. Los olores me traen muchos recuerdos porque tengo muy mala memoria; me evocan momentos, instantes de mi niñez. Con la perfumista logramos introducir frutos rojos, rosas blancas y la vainilla, no quería una fragancia tan contrastada, me encantó porque es un olor sofisticado y contundente. Fue un largo e intenso proceso, el resultado es positivo porque a la gente que lo ha probado le ha gustado. Encontrar la caja, los colores, el frasco. Pasé por un nombre, terminé en otro, me tardé y el proyecto hasta se cayó porque tenía que ser así. Lo retomamos, empezamos desde cero y fue la mejor decisión porque fuimos cuidadosos y pacientes y así llegó “Única” by Maritza Rodríguez. Quiero que la gente se sienta única al usarla. Un día me levanté con el eslogan en mi boca: “No dejes de ser tú, no dejes de sentirte única”. Dije: “yo soñé con Dios, él iba caminando conmigo sobre un camino de hojas verdes, él me llevaba de la mano y me dijo: te voy a llevar, única, única”.
-¿Cuál es el motivo de tu éxito en Estados Unidos?
Trabajo con la verdad, yo creo que el tesón que le pongo a mi trabajo habla por sí solo, es muy difícil hablar de uno y ponerse en un lugar porque se peca de petulante, pero creo que es porque he sido una muy buena trabajadora, y le he dado vida a personajes que la gente aprecia.
-¿Te gusta ver la televisión?
Soy muy buena televidente, veo telenovelas desde que llegaba del colegio a mi casa, me mantenía pegada a la televisión y mi mamá me regañaba. Últimamente he visto ‘La Madrastra’ y ‘Victoria’. También me vi series colombianas como ‘El Cartel’ y ‘Sin tetas no hay paraíso’. De la televisión de Estados Unidos me vi ‘The Sopranos’.
-¿Qué papel te falta por hacer?
Soy muy ambiciosa, no soy conformista, aunque acepto las cosas que llegan. Siento que un protagónico me hace falta, romper un poco con las villanas, hacer cine, quiero seguir haciendo carrera afuera. Y algo que voy a lograr, ya estoy en camino, es tener una línea de Maritza Rodríguez de cosméticos y belleza, quiero que sea un producto colombiano.
-¿Estás conciente que derrochas sensualidad?
No, fíjate que no. La televisión es toda una mentira. En ella me veo un mujerón, con un cuerpazo, la más sexy. Consciente de ese cuerpo y como lo vendo. Pero en mi vida normal, yo digo que tengo las piernas flacas, no tengo el abdomen ni los senos que me gustarían y además soy muy blanca. Tengo que broncearme para salir con buen color. Es increíble la televisión. Soy tranquila, me gusta sentirme cómoda pero sin intención de provocar. A veces mi esposo me dice que cualquiera que me ve se cree que soy así (risas).
-No es habitual verte en ropa interior y ahora en ‘Perro Amor’ sales habitualmente muy sexy, ¿te gusta salir en pantalla así?
Pues hasta hace poco no. Me sentía incómoda con mi cuerpo, tenía complejo de flaca. Sobre todo porque en Barranquilla, mi ciudad, las mujeres están más rellenitas, tienen más curvas y lucen moreno. Y yo siempre he sido muy delgada y blanca.
-¿Te gusta la ropa tan sensual que vistes en la novela?
Fue muy hablada con la chica de vestuario. Esa manera de vestir complementa su personalidad. Esa frescura, ligereza, me gusta. Los colores un poco irreverente, arriesgada como ella, quien disfruta del peligro. Se redondea un poco el personaje dentro y fuera.
-¿Tienes proyectos de cine en mente?
Sí, creo que a cualquier actor le gusta hacer cine, teatro, comedia, televisión. Lo tengo en mente, pero gracias a Dios he tenido trabajo constantemente y eso es lo que importa. Me gustaría hacer la vida de Rita Hayworth. Es una locura, pero bueno.
-¿Cuántos años llevas de casada?
Cumplimos cinco este año.
-¿Tu esposo no se pone celoso con las escenas con Carlos?
No, no. Bueno te digo la verdad, él trata de no verlas. Pero él sabe con la mujer que se casó y los sentimientos que tenemos. Tratamos siempre de cuidar el amor que sentimos.
-¿Qué locuras harías por amor?
Muchas, cualquier cosa que hagas por amor es valida. Mientras puedas mantenerlo vivo y alimentarlo diariamente, uno tiene la licencia para hacer lo que sea, en todas épocas se ha hecho. Lo que sucede es que en esta etapa son más concentradas, más lindas y no tan arriesgadas.
-¿Qué es lo que más que te atrajo de tu esposo?
El respeto que me ha dado como mujer. Me derrito, siempre me ha dado mi lugar, eso habla mucho de un hombre, ese comportamiento. Es todo un caballero, detallista, muy especial y tiene esa parte feminista que deberían tener todos los hombres. Detalle tan simple que de repente te levantes y tu esposo te haya cocinado. Que trabajes todo el día y él no solamente piense en si mismo, sino también en ti.
-¿Cómo eres como esposa?
Una mujer que me encanta darle su lugar, que se sienta libre, autónomo, que se considere individual, que no piense que le estoy robando todo eso, que soy su compañera de vida. Siempre trato de cuidarlo, atenderlo y me fascina cocinarle. Algo que nunca hemos discutido; es que estamos en la misma onda. Te cuento un detalle muy particular que me encanta. Él espera que tendamos la cama juntitos, eso me derrite, igual yo lo hago. Esos detalles bonitos. Se va de viajes y cuando regresa le tengo todo lo que le gusta. El fin de semana es suyo. No sólo es recibir sino que sienta que le estoy dando. Vigilamos siempre la relación.
-¿Y qué pasó con el proyecto de ser mamá?
Me tocó posponerlo nuevamente, pero ahí está y llegará cuando tenga que llegar. Ya los sueño, los anhelo y hace unos días tuve un desmayo por debilidad, todos creyeron que estaba embarazada y me alcancé a emocionar.
-Si pudieras cambiar algo de tu pasado, ¿qué cambiarías?
Creo que nada, la verdad. Gracias a Dios que fui la chica que fui porque por eso es lo que me hace ser la persona que soy. De repente me hubiera gustado estudiar ballet.
-¿Qué prefieres: hacer personajes de villana o de buena?
Me encantan los dos, me fascinan. Disfruto los dos.
-¿Qué es lo que más extrañas de tu natal Colombia?
Mi familia y la comida de mi mamá. Soy muy consentida. Por ejemplo, cuando me enfermo, extraño mucho la aguapanela de limón, que es muy popular allá. También el ambiente de la Costa Atlántica, que es lo máximo.
-¿Te ha influenciado alguna actriz en tu carrera?
Me gustan muchas y respeto el trabajo de mucha gente, pero creo que Lucía Méndez. Allá en Colombia veía sus telenovelas y me gusta mucho como actúa, como canta. Creo que es muy completa.
-¿Con qué actor te ha gustado más trabajar?
Con todos, pero creo que con Víctor Noriega (en ‘Ángel rebelde’) porque es un chico muy disciplinado, me cuidaba mucho y se preocupaba mucho por mí. Tuvimos buena química.
-¿Te has hecho alguna cirugía plástica?
Sí, hace ya un tiempo que me hice la nariz.
-¿Qué parte de tu cuerpo no te gusta?
Mis pies. Son muy feos. Tengo un dedito doblado y cada vez que me voy a arreglar las uñas, tienen que separarlos bien porque se sube encima del otro.
-¿Y lo que más te gusta?
Mis ojos.
-¿Tienes alguna fobia?
Sí, a las cucarachas.
-¿Qué es lo que más te gusta hacer cuando no estas trabajando?
Ponerme una gorra, e irme con mi esposo Joshua y mi perro en la bici.
-¿Dónde te gustaría viajar?
Me moriría por ir a Italia; y uno que es soñado es Praga.
-¿Qué proyectos siguen?
Una crema, un bodysplash, un champú, quiero seguir con este negocio de la belleza y diversificando mi nombre, mi marca. “Única” marca el primer lanzamiento de una línea de productos de belleza que empezará a comercializarse a través de los catálogos Dupree y en los almacenes de Cadena Éxito.
-¿Y volverás a participar en más telenovelas este año?
Necesito descansar, llevo mucho tiempo sin poder tomarme unas vacaciones, llevo tres novelas consecutivas, así que necesito tiempo para mí, para mis proyectos de vida. Viene una novela para enero de 2011, así que tengo estos seis meses para poner en orden mis cosas y tratar de hacer un viaje de descanso.
Maritza Rodríguez fue Camila en ‘Perro Amor’:
Edad: 33 a 35 años. Profesión: gerente de mercadeo de Brando Constructores. Atractiva, emprendedora, ambiciosa y perversa. Siempre tiene doble agenda. Siempre está buscando su beneficio, va un paso adelante y manipula las situaciones y a las personas a su antojo (sobretodo a Antonio y a Gonzalo).
Es de la filosofía que todo vale, el fin justifica los medios. Es directa e implacable en sus peleas, con Sofía, con Daniela Valdiri, con su tía Clemencia, no respeta a nadie, pero a la única persona que más o menos le teme es a su abuela. Está casada con un hombre (Gonzalo Cáceres), que la admira y la venera, completamente opuesto a ella. No se da cuenta de su verdadera personalidad.
Hija de un hermano de Pedro que murió cuando ella era casi niña y fue criada por Cecilia, su abuela. Ha tenido una relación de amante con Antonio desde que eran muy jóvenes. Considera que Antonio es de su propiedad, que jamás podrá enamorarse de ninguna mujer y ella ha renunciado a manifestar su amor por él, para no perderlo; con el cuento de que son iguales porque ninguno de los dos nació para el amor. La apasionan las apuestas y el riesgo que corre con Antonio. Siempre está corriendo los límites; siempre quiere ir más allá.
Ve las conquistas de Antonio como víctimas de ambos: se las pone en bandeja y luego lo lleva a desecharlas. Tiene enorme ambición por el dinero (que no comparte con Antonio) y haría cualquier cosa por el negocio. Incluso robar (con la complicidad de su marido) a su propia familia. Cuando se da cuenta de que Antonio está enamorado de Sofía; entiende que ella también está locamente enamorada de Antonio y se derrumba. Hará lo que sea por separarlos; hasta meterse con el hijo de ambos. Terminará sola, enferma y odiada por todos.