Víctor Cámara lleva más de 30 años dedicándose a la actuación y, aunque lleva más de 34 años felizmente casado con Ivette, el actor confiesa que a lo largo de su carrera, han existido actrices que le han hecho caer en tentaciones.
El actor venezolano Víctor Cámara pertenece a una familia de artistas por generaciones: sus tatarabuelas fueron las primeras actrices de Triple en España, su tatarabuelo materno fue director de la Orquesta Sinfónica de Madrid durante 33 años consecutivos. Sus abuelas, una de ellas primera actriz de la compañía guipuzcoana de España, la cual recorrió 52 países haciendo teatro, dando comienzo allí a la carrera de actriz de su madre Elisa, que comenzó a los 5 años de edad. La abuela paterna, actriz, música, concertista, pianista española que llega a Venezuela para trabajar en la orquesta sinfónica siendo fundadora de la radio novela, comenzando así la carrera de su padre, Carlos, a muy temprana edad, siendo parte del desarrollo en la radio y fundador junto a Elisa de la televisión venezolana. Carlos Cámara, su padre, fue un extraordinario actor, actualmente radicado en México desde hace 40 años y en las telenovelas mexicanas actuó estuvo en la famosa telenovela ‘Los Ricos también lloran’.
Víctor cursó estudios de ingeniería electrónica en la Universidad Central de Venezuela, paralelo a ello estudió teatro y actuación. Comienza su carrera en el teatro de sus abuelos desempeñándose como, taquillero, tramoyista, sonidista, asistente de producción, asistente de dirección es decir, todos los campos laborales en el teatro. De allí nace en su faceta como actor en el año 75, llegando a recorrer a lo largo de su carrera parte del continente americano, produciendo dirigiendo y actuando en múltiples obras de teatro. Comienza en el mundo de las telenovelas en 1978 en RCTV. En el mundo cinematográfico hace su debut en la película ‘Rosa de Francia’, para luego participar en ‘Trece Segundos’.
Junto a Grecia Colmenares, protagonizó en 1984 su telenovela de más éxito, ‘Topacio’. Luego le vimos en telenovelas como: ‘Rebeca’, ‘La intrusa’, ‘Bellísima’, ‘Inés Duarte, secretaria’, ‘Rosangélica’, ‘Hechizo de amor’, ‘Guerra de mujeres’, ‘Las González’, ‘Soñar no cuesta nada’, ‘El amor no tiene precio’, ‘Bajo las riendas del amor’, ‘En nombre del amor’ y por último ‘Perro Amor’.
En la actualidad, Víctor vive en Miami junto con su esposa Ivette. Fruto de este matrimonio, nació Samantha (hija de Víctor Cámara), a la que adora. Aunque no está obsesionado con su físico, el actor se cuida y se mantiene en muy buena forma, a pesar de sus 51 años recién cumplidos.
-Víctor, háblanos de tu personaje de ‘Perro Amor’...
Se llama Pedro Brando, un hombre ambicioso que hace daño sin ser el instrumento directo. No le importa llevarse anadie por delante con tal de realizar sus sueños.
-¿Cómo te encuentras en la vida personal?
Muy bien. Llevo 34 años de matrimonio, y ya tengo un nieto.
-¿Y cómo has conseguido mantener vivo tu matrimonio, en el medio artístico, que es tan agitado?
Vengo de una sexta generación de actores y actrices, y mi esposa es actriz, así que conoce el mundo en el que me desenvuelvo. Lo más importante de todo es que me conoce, entonces está tranquila, tiene confianza, al igual que yo en ella.
-Pero, ¿hay tentaciones?
La tolerancia existe en la confianza y en el respeto mutuo. Yo tengo la tentación en todas partes, no lo niego, pero me siento muy honrado de trabajar con mujeres hermosas y ser un caballero. Creo que cuando estás enamorado, después de tantos años, eres fiel.
-Entre las actrices con las que has trabajado, ¿quiénes te han atraído?
Sin faltarle el respeto a mi señora, son varias. Protagonicé muchas novelas. Me encantan Gabriela Vergara y Grecia Colmenares, quien en su época fue una niña muy agradable. Sully Díaz también es una mujer carismática y preciosa. Me movió el piso una actriz a quien respeto y quiero mucho, Amanda Gutiérrez, por su calidad humana y amistad.
-¿Y qué ocurrió con Grecia Colmenares?
El divismo quizá la enfermó, a pesar de que hace muchos años que no hace nada en televisión y en mi país (Venezuela). Pero, yo la adoro, la quiero, es una actriz que hace 25 años tuve la oportunidad de trabajar con ella en ‘Topacio’, una novela que marcó pauta en el mundo y nos dio la oportunidad de salir al exterior y estar en otros mercados.
-¿Hubo química entre vosotros?
Tuvimos una gran afinidad. No está demás decir que pude haberme enamorado de ella cuando empezamos a trabajar por lo que implicaba hacer una novela protagónica y tener una niña como Grecia tan linda, producto de la juventud. Era radiante.
-¿Cómo haces para no ser infiel a tu esposa?
Es delicado, dejaría de ser un caballero si te dijera en donde está el límite (risas), es broma. La línea es muy delgada, pero el respeto es muy grande y tengo mucha mística en esta profesión, son muchos años y creo que prevalece el profesionalismo en cualquier escena con una actriz. No deja de ser atractiva la compañera, mujeres con un cuerpo impresionante, pero hay cien personas alrededor, una técnica laboral y eso te impide caer en la tentación. No puedo dejar de negar que hay mujeres preciosas que mueven a cualquier hombre y es hermoso decirlo.
-¿Alguna vez tuviste que competir con alguien querido, por el amor de una mujer?
No, nunca me he encontrado en una situación similar. Y yo creo que ya no tengo tiempo para eso (risas).
-Para ti, ¿en dónde está la clave de la pasión?
El amor se transforma, cambia, transmuta. La pasión se pierde en una relación de muchos años y el amor se va convirtiendo en amor de familia, de amigos, de hermana, de compañera, un amor para toda la vida.
-En tu opinión, ¿qué hace feliz a una mujer?
La constancia en el amor, el apoyo de un hombre a una mujer, la estabilidad no sólo económicamente, sino emocional, el cariño, la forma de mimarla, de consentirla, de quererla, dependiendo hasta donde llegue el amor de cada hombre por su compañera. Me imagino que hay mujeres que son más difíciles de complacer que otras, en mi caso, mi relación con mi esposa ha sido muy franca, directa, honesta y sencilla.
-Recientemente te vimos participar en una telenovela en México, ¿hacía mucho que no trabajabas allí?
En una de Televisa estuve hace 23 años. Por eso ‘En nombre del amor’ ha resultado tan especial, extraordinaria y formidable. La historia es muy interesante y tuve la suerte de compartir trabajo con un gran elenco. Me alegró reencontrarme con Arturo Peniche, que se portó tan bien conmigo que hasta me acogió unos días en su rancho de Guanajuato (México).
-¿Te sientes realizado en este momento de tu vida?
Para mí la felicidad radica en la tranquilidad en cualquier estatus. Mientras te sientas tranquilo y estés feliz, eso me hace sentir realizado.
-¿Qué momentos de tu vida te han dejado huella?
La pérdida de mis abuelos y de mis sobrino, son momentos muy duros, pero que ayudan a fortalecer el espíritu y el alma de todo ser humano, soportar los tragos amargos de la vida, que son más que los buenos.
-¿Qué cosas te molestan?
La banalidad, la frivolidad y el ego artístico. No está bien alimentarlos desmesuradamente.
-¿Cuáles son tus cualidades?
Mi franqueza, mi sencillez y mi autenticidad como ser humano. No soy un divo, ni pretencioso.
-Ahora que acabaron las grabaciones de ‘Perro Amor’, ¿tienes nuevos proyectos en mente?
Sí, mi primera telenovela como productor y director. Es un reto impresionante, no solamente por los costos sino por la logística de la producción. Se llama ‘Amor eterno’. Con ella quiero satisfacer mi carrera con la experiencia que tengo y obtener una posición más destacable.
Víctor Cámara fue Pedro en ‘Perro Amor’:
Edad: 60 años. Profesión: empresario y presidente de Brando Constructores. Atractivo, seductor, rápido de mente, maneja la ironía. Hombre maduro que sabe cómo moverse en las altas esferas políticas y sociales de la ciudad. Rico, poderoso, autoritario, un hombre acostumbrado a mandar.
Hijo de Cecilia, casado con Clemencia y padre de Antonio. Aunque heredó Brando Constructores de su madre, es un hombre que ha sabido trabajar su fortuna. Con la crisis, comenzó a perder dinero y por eso ahora necesita la sociedad con Valdiri. Nunca estuvo enamorado de su mujer y tiene una muy mala relación con ella. Siguen casados por comodidad. Se insultan, se maltratan, se desprecian. Pedro ha sido un papá ausente de su hijo. Siempre más preocupado por ganar dinero que por establecer una relación con Antonio, de quien piensa que es un bueno para nada, lo cual hace que tenga una pésima relación con él. Pedro hubiera querido que Antonio siguiera sus pasos dentro de la compañía constructora.
Es el “Perro” original, siempre fue infiel, siempre tuvo mil novias y aventuras, pero nunca se enamoró. Conoce a Vero y empieza a conquistarla. Primero para tener una aventura y luego porque en ella encuentra la ingenuidad, el desinterés y la espontaneidad que jamás ha visto en su entorno. Esto lo seduce hasta llevarlo a encontrar por primera vez el amor y estar dispuesto a todo por esta mujer. Su amor por Verónica lo rejuvenecerá y sacará lo mejor de él, un aspecto que había olvidado años atrás por su adicción a los negocios. Un hombre de sangre fría para los negocios. Aunque prefiere el lado de la ley, tampoco le temblaría la mano para hacer uno que otro “torcido” si fuera necesario. Su lema es “hagan lo que tengan que hacer, pero que yo no me entere”. Nunca se ensucia las manos él directamente.
Fan incondicional de Sofía Santana, puesto que ve en ella la única posibilidad de que Antonio no cometa el mismo error que él, de haberse casado sin conocer el amor.
El actor venezolano Víctor Cámara pertenece a una familia de artistas por generaciones: sus tatarabuelas fueron las primeras actrices de Triple en España, su tatarabuelo materno fue director de la Orquesta Sinfónica de Madrid durante 33 años consecutivos. Sus abuelas, una de ellas primera actriz de la compañía guipuzcoana de España, la cual recorrió 52 países haciendo teatro, dando comienzo allí a la carrera de actriz de su madre Elisa, que comenzó a los 5 años de edad. La abuela paterna, actriz, música, concertista, pianista española que llega a Venezuela para trabajar en la orquesta sinfónica siendo fundadora de la radio novela, comenzando así la carrera de su padre, Carlos, a muy temprana edad, siendo parte del desarrollo en la radio y fundador junto a Elisa de la televisión venezolana. Carlos Cámara, su padre, fue un extraordinario actor, actualmente radicado en México desde hace 40 años y en las telenovelas mexicanas actuó estuvo en la famosa telenovela ‘Los Ricos también lloran’.
Víctor cursó estudios de ingeniería electrónica en la Universidad Central de Venezuela, paralelo a ello estudió teatro y actuación. Comienza su carrera en el teatro de sus abuelos desempeñándose como, taquillero, tramoyista, sonidista, asistente de producción, asistente de dirección es decir, todos los campos laborales en el teatro. De allí nace en su faceta como actor en el año 75, llegando a recorrer a lo largo de su carrera parte del continente americano, produciendo dirigiendo y actuando en múltiples obras de teatro. Comienza en el mundo de las telenovelas en 1978 en RCTV. En el mundo cinematográfico hace su debut en la película ‘Rosa de Francia’, para luego participar en ‘Trece Segundos’.
Junto a Grecia Colmenares, protagonizó en 1984 su telenovela de más éxito, ‘Topacio’. Luego le vimos en telenovelas como: ‘Rebeca’, ‘La intrusa’, ‘Bellísima’, ‘Inés Duarte, secretaria’, ‘Rosangélica’, ‘Hechizo de amor’, ‘Guerra de mujeres’, ‘Las González’, ‘Soñar no cuesta nada’, ‘El amor no tiene precio’, ‘Bajo las riendas del amor’, ‘En nombre del amor’ y por último ‘Perro Amor’.
En la actualidad, Víctor vive en Miami junto con su esposa Ivette. Fruto de este matrimonio, nació Samantha (hija de Víctor Cámara), a la que adora. Aunque no está obsesionado con su físico, el actor se cuida y se mantiene en muy buena forma, a pesar de sus 51 años recién cumplidos.
-Víctor, háblanos de tu personaje de ‘Perro Amor’...
Se llama Pedro Brando, un hombre ambicioso que hace daño sin ser el instrumento directo. No le importa llevarse anadie por delante con tal de realizar sus sueños.
-¿Cómo te encuentras en la vida personal?
Muy bien. Llevo 34 años de matrimonio, y ya tengo un nieto.
-¿Y cómo has conseguido mantener vivo tu matrimonio, en el medio artístico, que es tan agitado?
Vengo de una sexta generación de actores y actrices, y mi esposa es actriz, así que conoce el mundo en el que me desenvuelvo. Lo más importante de todo es que me conoce, entonces está tranquila, tiene confianza, al igual que yo en ella.
-Pero, ¿hay tentaciones?
La tolerancia existe en la confianza y en el respeto mutuo. Yo tengo la tentación en todas partes, no lo niego, pero me siento muy honrado de trabajar con mujeres hermosas y ser un caballero. Creo que cuando estás enamorado, después de tantos años, eres fiel.
-Entre las actrices con las que has trabajado, ¿quiénes te han atraído?
Sin faltarle el respeto a mi señora, son varias. Protagonicé muchas novelas. Me encantan Gabriela Vergara y Grecia Colmenares, quien en su época fue una niña muy agradable. Sully Díaz también es una mujer carismática y preciosa. Me movió el piso una actriz a quien respeto y quiero mucho, Amanda Gutiérrez, por su calidad humana y amistad.
-¿Y qué ocurrió con Grecia Colmenares?
El divismo quizá la enfermó, a pesar de que hace muchos años que no hace nada en televisión y en mi país (Venezuela). Pero, yo la adoro, la quiero, es una actriz que hace 25 años tuve la oportunidad de trabajar con ella en ‘Topacio’, una novela que marcó pauta en el mundo y nos dio la oportunidad de salir al exterior y estar en otros mercados.
-¿Hubo química entre vosotros?
Tuvimos una gran afinidad. No está demás decir que pude haberme enamorado de ella cuando empezamos a trabajar por lo que implicaba hacer una novela protagónica y tener una niña como Grecia tan linda, producto de la juventud. Era radiante.
-¿Cómo haces para no ser infiel a tu esposa?
Es delicado, dejaría de ser un caballero si te dijera en donde está el límite (risas), es broma. La línea es muy delgada, pero el respeto es muy grande y tengo mucha mística en esta profesión, son muchos años y creo que prevalece el profesionalismo en cualquier escena con una actriz. No deja de ser atractiva la compañera, mujeres con un cuerpo impresionante, pero hay cien personas alrededor, una técnica laboral y eso te impide caer en la tentación. No puedo dejar de negar que hay mujeres preciosas que mueven a cualquier hombre y es hermoso decirlo.
-¿Alguna vez tuviste que competir con alguien querido, por el amor de una mujer?
No, nunca me he encontrado en una situación similar. Y yo creo que ya no tengo tiempo para eso (risas).
-Para ti, ¿en dónde está la clave de la pasión?
El amor se transforma, cambia, transmuta. La pasión se pierde en una relación de muchos años y el amor se va convirtiendo en amor de familia, de amigos, de hermana, de compañera, un amor para toda la vida.
-En tu opinión, ¿qué hace feliz a una mujer?
La constancia en el amor, el apoyo de un hombre a una mujer, la estabilidad no sólo económicamente, sino emocional, el cariño, la forma de mimarla, de consentirla, de quererla, dependiendo hasta donde llegue el amor de cada hombre por su compañera. Me imagino que hay mujeres que son más difíciles de complacer que otras, en mi caso, mi relación con mi esposa ha sido muy franca, directa, honesta y sencilla.
-Recientemente te vimos participar en una telenovela en México, ¿hacía mucho que no trabajabas allí?
En una de Televisa estuve hace 23 años. Por eso ‘En nombre del amor’ ha resultado tan especial, extraordinaria y formidable. La historia es muy interesante y tuve la suerte de compartir trabajo con un gran elenco. Me alegró reencontrarme con Arturo Peniche, que se portó tan bien conmigo que hasta me acogió unos días en su rancho de Guanajuato (México).
-¿Te sientes realizado en este momento de tu vida?
Para mí la felicidad radica en la tranquilidad en cualquier estatus. Mientras te sientas tranquilo y estés feliz, eso me hace sentir realizado.
-¿Qué momentos de tu vida te han dejado huella?
La pérdida de mis abuelos y de mis sobrino, son momentos muy duros, pero que ayudan a fortalecer el espíritu y el alma de todo ser humano, soportar los tragos amargos de la vida, que son más que los buenos.
-¿Qué cosas te molestan?
La banalidad, la frivolidad y el ego artístico. No está bien alimentarlos desmesuradamente.
-¿Cuáles son tus cualidades?
Mi franqueza, mi sencillez y mi autenticidad como ser humano. No soy un divo, ni pretencioso.
-Ahora que acabaron las grabaciones de ‘Perro Amor’, ¿tienes nuevos proyectos en mente?
Sí, mi primera telenovela como productor y director. Es un reto impresionante, no solamente por los costos sino por la logística de la producción. Se llama ‘Amor eterno’. Con ella quiero satisfacer mi carrera con la experiencia que tengo y obtener una posición más destacable.
Víctor Cámara fue Pedro en ‘Perro Amor’:
Edad: 60 años. Profesión: empresario y presidente de Brando Constructores. Atractivo, seductor, rápido de mente, maneja la ironía. Hombre maduro que sabe cómo moverse en las altas esferas políticas y sociales de la ciudad. Rico, poderoso, autoritario, un hombre acostumbrado a mandar.
Hijo de Cecilia, casado con Clemencia y padre de Antonio. Aunque heredó Brando Constructores de su madre, es un hombre que ha sabido trabajar su fortuna. Con la crisis, comenzó a perder dinero y por eso ahora necesita la sociedad con Valdiri. Nunca estuvo enamorado de su mujer y tiene una muy mala relación con ella. Siguen casados por comodidad. Se insultan, se maltratan, se desprecian. Pedro ha sido un papá ausente de su hijo. Siempre más preocupado por ganar dinero que por establecer una relación con Antonio, de quien piensa que es un bueno para nada, lo cual hace que tenga una pésima relación con él. Pedro hubiera querido que Antonio siguiera sus pasos dentro de la compañía constructora.
Es el “Perro” original, siempre fue infiel, siempre tuvo mil novias y aventuras, pero nunca se enamoró. Conoce a Vero y empieza a conquistarla. Primero para tener una aventura y luego porque en ella encuentra la ingenuidad, el desinterés y la espontaneidad que jamás ha visto en su entorno. Esto lo seduce hasta llevarlo a encontrar por primera vez el amor y estar dispuesto a todo por esta mujer. Su amor por Verónica lo rejuvenecerá y sacará lo mejor de él, un aspecto que había olvidado años atrás por su adicción a los negocios. Un hombre de sangre fría para los negocios. Aunque prefiere el lado de la ley, tampoco le temblaría la mano para hacer uno que otro “torcido” si fuera necesario. Su lema es “hagan lo que tengan que hacer, pero que yo no me entere”. Nunca se ensucia las manos él directamente.
Fan incondicional de Sofía Santana, puesto que ve en ella la única posibilidad de que Antonio no cometa el mismo error que él, de haberse casado sin conocer el amor.